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Al ritmo de urna

Con la cuenta atrás de las elecciones generales y autonómicas en marcha (faltan 12 días, tic-tac, tic-tac...) los proyectos logísticos han cogido la directa en Valencia.

  • Última actualización
    15 abril 2019 16:39

Evitando -como puede- los escollos administrativos (que si foto juntos no podemos porque estamos en campaña, que si la firma se hace online, que si lo llevamos al Consejo de Ministros corriendo...) la política valenciana habla estos días de logística e intermodalidad.

Por lo que sea, los políticos se han percatado de que si quieren que la legislatura se cierre en firme deben dejar encarrilados proyectos de medio y largo recorrido. Si no lo hacen -oh sorpresa-, serán pasto del olvido de los votantes, serán como esas noticias que aparecen en tu timeline cuando estás entretenida con la vida y sus banalidades.

Así, durante las últimas semanas, el Ayuntamiento de Valencia, el Ministerio de Fomento y la Generalitat han formalizado el compromiso de financiación para la ejecución de las obras del canal de acceso y el túnel pasante ferroviarios a la ciudad; la refinanciación del préstamo de la parte de la deuda del Ayuntamiento y el inicio de la subasta de las parcelas dependientes de la sociedad. Este proyecto recibe un impulso, parece que esta vez sí que definitivo, después de 15 años rodando por las mesas de los mandamases de Fomento.

Otro de los proyectos que también ha recibido su inyección de apoyo público ha sido la Terminal Intermodal y Logística de Valencia Fuente San Luis que el viernes veía como el Gobierno Valenciano y el Consejo de Ministros aprobaban el convenio que instrumentaliza la cooperación interadministrativa necesaria para la construcción de la terminal intermodal, con vinculación al desarrollo de la ZAL Valenciaport y de Mercavalencia, y que regula las aportaciones de suelo y financieras necesarias.

Proyecto de alta necesidad -ha sido anunciado, presentado y reclamado tanto por políticos populares como socialistas valencianos durante los últimos años-, pretende convertirse en el proyecto de futuro de la intermodalidad valenciana; ese proyecto que lleve a cotas europeas (por ilusionarse no cobran por ahora así que pa’lante) el que es hoy el eslabón más débil de la cadena logística, en cuanto a cuota de mercado.

La intención de las instituciones implicadas es que la puesta en servicio de la nueva terminal coincida con la puesta en servicio del Corredor Mediterráneo en ancho estándar entre Valencia y la frontera francesa. No hay que olvidar que la terminal forma parte de la Red Transeuropea de Transporte, se considera un nodo estratégico básico para la vertebración del sistema nacional y autonómico de transporte y logística y, en consecuencia, ofrecerá servicios intermodales y logísticos “de primer orden” (acaso hay de otro tipo :)).

Mientras, en el otro lado del muro, nos encontramos con el transporte terrestre de mercancías que, como denunciaron el viernes a través de la FVET, han sido olvidado por los políticos -y sus políticas- a lo largo de la última legislatura y, ahora, cuando toca hacer proyecto de futuro en los programas electorales, ni aparecen.  “Constatamos una circunstancia común para todos los partidos políticos: la inexistencia de propuestas para nuestro sector pese a su importancia económica y estratégica”, denunció la FVET.

Luego dirán que el transporte es quejicoso, que el tacógrafo y las esperas, los horarios de las terminales y empresas y sus festividades, la burocracia sin sentido, el no contar con aparcamientos, etc. no importa... Eso sí, las entregas en la puerta de casa y a cualquier hora... ¡Pero si ni siquiera conocen las necesidades prioritarias del sector! Qué tristeza. Un sector tan relevante al que ningunean porque sí... Pues no olviden que también vota. Aunque no se lo crean -y a algunos no les guste-.