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ASTIC advierte del riesgo de colapso de las empresas de transporte por carretera

La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), que engloba a las empresas de transporte y logística más importantes del país, por facturación y número de vehículos, advierte sobre la destrucción del tejido empresarial del sector y por tanto, riesgo de desabastecimiento, ante la caída de más del 50% del tráfico de mercancías con respecto a la actividad habitual, debido, por un lado, a la paralización de las actividades productivas e industriales no esenciales, y por otro, al riesgo de que muchos portes de bienes “de ida” no se ejecuten, debido a que no se pueden cubrir los costes de los viajes “en vacío” de vuelta.

  • Última actualización
    08 abril 2020 15:02

ASTIC solicita que el Gobierno proteja urgentemente a las empresas del transporte por carretera con canales de financiación específicos que cubran en torno al 15% de su facturación anual, con el objeto de mantenerlas vivas y evitar su masivo cierre definitivo a corto plazo, ya que los límites existentes para la financiación de empresas de este sector que ha dispuesto el Gobierno con fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) está limitada a un máximo de 100.000 euros, techo que ya es insuficiente para mantener con vida empresas que estén facturando más de un millón al año, como es el caso de las que realizan el grueso del transporte internacional español.

Las empresas de transporte por carretera actúan en base a un sistema financiero con flujos de caja muy tensos con transacciones financieras que se sostienen sobre un modelo de negocio muy dinámico, que en la actualidad se ha roto por el cese obligado de muchísimas actividades comerciales y productivas.

Cambio legislativo temporal Por otro lado, ASTIC urge, una vez más, al Gobierno a que lleve a cabo un cambio legislativo temporal para respaldar jurídicamente que sea factible el compartir el desequilibrio de costes por retornos en vacío. Se trata de repartir equilibradamente entre los contratantes del servicio del transporte, esos costes adicionales sobrevenidos por las medidas del Ejecutivo de “hibernación” de la actividad, porque de prolongarse esta situación, se producirá un parón de flujos de mercancías, por la cancelación forzada de numerosos viajes de ida a Europa, al no poder cubrir los costes en vacío de vuelta, con la consiguiente ruptura del flujo de abastecimiento. 

Existe el riesgo real, según señalan en la organización, de que muchos de viajes “de ida” acaben por no poderse cubrir tanto en el mercado local como internacional, lo que lleva a la rotura de la cadena logística y su potencial repercusión en el abastecimiento de bienes.“No podemos consentirnos caer de nuevo en el ‘esperar y ver’ que caracterizó la acción de las Administraciones públicas en las semanas previas a la declaración del Estado de Alarma, como ya advertimos en el mes de febrero; dejar caer ahora a las empresas del transporte por carretera tendrá consecuencias desastrosas cuando llegue el momento de remontar la actividad. Si no apoyan económicamente a estas empresas de inmediato, la factura que pagará la economía española será infinitamente más cara en términos de tiempo de recuperación. Sin un tejido empresarial capaz de hacer efectiva la conexión entre demanda y producción, es decir sin transportistas, se alargará enormemente la vuelta a la normalidad”, asegura Ramón Valdivia, director general de ASTIC.ASTIC recuerda que, si bien al iniciarse la crisis, una semana antes de que se decretara el Estado de Alarma, el tránsito de mercancías por carretera en transporte pesado ascendió hasta el 130% sobre su actividad normal, desde hace dos semanas, la tendencia ha sido exponencialmente negativa. En un principio, la caída se cifró en un 30%, como consecuencia del confinamiento social, pero el cese de las actividades no esenciales por el Estado y los controles fronterizos por el Covid-19 han supuesto un descenso que en estos días se ha agravado hasta más del 50%.