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El pulso de la realidad

Los muy aficionados del Amazon chino por excelencia, AliExpress, ya habrán detectado que los tiempos de entrega previstos para gran parte de sus productos, si se realiza ahora mismo una compra, se están fijando para mediados de abril.

  • Última actualización
    20 enero 2021 12:04

En realidad, el gigante chino nunca ha sido un prodigio de rapidez, si se compara con otros distribuidores locales. Pero claro, una cosa son 30 días de espera, y otra bien diferente 90… que se lo expliquen si no a los departamentos de administración…

El concepto de rapidez, cuando se habla de un producto que tiene que llegar a tu país desde la otra parte del mundo, es bastante relativo. Muy posiblemente, si analizamos la trazabilidad del envío, bien podríamos concluir que el proceso se realiza tensando al máximo la cadena de suministro y con una eficiencia máxima (en términos asociados al coste del envío), al menos por lo que al apartado logístico se refiere. Pero nos hemos acostumbrado demasiado rápido a la inmediatez, al de hoy para mañana o al de hoy para ya mismo.

Volviendo al tema que nos ocupa, y que está sacando de quicio a los yonquis de la compra asiática online, podemos concluir fácilmente que el Año Nuevo chino, que este año se celebra el 12 de febrero, se ha colado en el calendario de entregas de una forma mucho más agresiva que en años precedentes, y es muy posible que se estén curando en salud, o que en China sepan algo más que nosotros.

Si recuerdan, el pasado año coincidió el parón de la producción del Año Nuevo chino, que suele ser de una semana previa a la festividad, con la explosión de la pandemia en el país. El cierre fabril se prologó algunas semanas más, lo que provocó la ya famosa ruptura de la cadena de suministro, los conocidos shocks de oferta y demanda entre Oriente y Occidente.

La realidad es que a la semana del parón total en China, hay que sumar la reducción de la producción en las semanas previas y la lentitud de las semanas posteriores para regresar a la normalidad. En definitiva, que de una semana nos plantamos en casi un mes de incidencia. Los operadores logísticos bien conocen esta situación desde hace años y son los primeros que advierten a los clientes de las posibles demoras que pueden tener sus importaciones.

No es el sector el que se amolda a las circunstancias o el que se ajusta para cumplir unas expectativas, sino que son las personas que trabajan en él las que consiguen enderezar situaciones, proponer soluciones y ofrecer resultados. Así son los logísticos

A la vista de los datos que nos llegan, que tampoco son demasiados, parece una evidencia que en China han decidido ser prudentes a la hora de garantizar tiempos de entrega. La experiencia del año pasado, y que perfectamente puede reproducirse el mes que viene, aconseja una previsión mucho mayor e incluso la simulación de escenarios poco favorables.

El eslabón logístico va a ser la pieza que va a determinar el estado del sistema. La logística, una vez más, se va a tener que adaptar a las circunstancias para poder responder al mercado de la mejor forma posible y con la mayor rapidez.

Es precisamente la capacidad de adaptación la que hace del sector logístico un ejemplo de resiliencia. Pero no es el sector el que se amolda a las circunstancias o el que se ajusta para cumplir unas expectativas, sino que son las personas que trabajan en él las que consiguen enderezar situaciones, proponer soluciones y ofrecer resultados. Así son los logísticos.

Son los profesionales del sector los primeros en ponerse en la piel de sus clientes; los primeros que conocen cuáles son las necesidades más acuciantes y los que aportan vías de escape a las situaciones más inverosímiles. Quizás por eso, también, estamos hablando de un sector esencial.