Más cercano en el tiempo, el pasado viernes, en este mismo espacio, publicamos un mensaje ampliamente felicitado, festejado y compartido por nuestros queridos lectores (gracias de nuevo). Con todo y con eso, a los muchos motivos que hay para pelear por sacar adelante la iniciativa de nuestros desayunos informativos, se nos ocurrió añadir uno más. Hablábamos el viernes de que a este sector nuestro no le sientan nada bien los cambios de titularidad en algunas grandes empresas. Que lo esencial, el trato a las personas, se estaba deteriorando de forma clara, alarmante en ocasiones. Pues bien, el motivo añadido para celebrar los desayunos informativos de Diario del Puerto, surge precisamente de todo esto: el sector ha de defenderse.No sé si la gente de la logística tiene buena, regular o mala nota. Pero lo que es seguro es que algo habrá que hacer para que no vengan a bajarla, a restar. Mucha más comunicación abierta y directa entre todos los eslabones logísticos ha de servir también para que más ricos o menos pobres, más jóvenes o menos viejos, más experimentados o menos novatos, contacten entre ellos y se preocupen porque su hábitat se conserve igual o mejor. Nunca peor. Hablaremos el martes en el Veles e Vent, mientras vemos elevarse el sol sobre el mar, del futuro de nuestro sector. Por si no sale el tema, que saldrá, lo subrayo desde aquí. Mucho del futuro de nuestro querido sector logístico se basará en cómo consideremos a los demás los profesionales que viven de esto. Más allá del éxito económico está el éxito vital. Más allá de si los automatismos, las leyes o los accionistas van a traer más riqueza, hemos de pensar en si van a traer mejor vida. Y eso pasa por no dar un paso atrás en el ambiente que se vive en las oficinas y los muelles. Ética, respeto, educación, responsabilidad social corporativa, empresa saludable... han de formar parte de ese marco futuro en el que vamos a vivir la mayor parte de nuestra vida, la vida profesional. Creo que en el sector falta muchísimo por hacer en esos campos. Podemos ir poco a poco, siempre que se vaya hacia delante. Creo, y lo digo siempre, que este sector logístico es muy privilegiado. En muchos aspectos. Las relaciones humanas en el sector puede que sean merecedoras de críticas constructivas. Podemos y debemos mejorarlas o, en el peor de los casos, dejarlas como están. Pero jamás dejar que las empeoren los que se incorporan a este pequeño gran mundo. Nuestro mundo. Defender ese enfoque personal de la logística tiene una gran ventaja sobre todo lo referente a infraestructuras, estructuras, inversiones y todo eso. Lo de que no nos empeoren el ambiente, el buen rollo, está casi todo en nuestra mano. El martes hablaremos del futuro de la logística, por tanto, seguro que algo se hablará de las personas. Y es que un sector que acabe olvidando a las personas es un sector en el que ni usted ni yo queremos estar. Yo al menos no. Nos vemos el martes.
