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Espera portuaria

Mientras escribo estas líneas la convocatoria de huelga en los puertos españoles para hoy sigue en marcha. Estibadores y empresas dialogan, analizan sus propuestas y negocian cómo llegar a un acuerdo sobre el V Acuerdo Marco.

  • Última actualización
    22 noviembre 2019 17:56

Los demás, el sector del transporte terrestre, la logística y los cargadores, también se preparaban el viernes para sobrellevar lo mejor posible los paros y avisaban con comunicados, como el lanzado por la Asociación de Empresas de Logística y Transporte de Contenedores (ELTC), que recomendaba a sus asociados no acudir a las instalaciones portuarias a partir de hoy porque para estar en cola durante horas mejor dedicarse a otra cosa. 

Por su parte, la Secretaría de Estado de Infraestructuras y Transportes emitía su resolución de servicios mínimos para asegurar la prestación de los servicios portuarios de manipulación de mercancías en los puertos de interés general del Estado. A saber: la atención a emergencias, mercancías perecederas o peligrosas, y el abastecimiento a territorios insulares, Ceuta y Melilla queda garantizada al 100%; y la atención al resto de los servicios no podrá ser inferior al 50% del promedio del año natural anterior.

Y los cargadores ¿qué hacían los exportadores? Pues freír a llamadas a sus transitarios para saber la última hora de la negociación porque ¿qué deben hacer? ¿El lunes podrán cargar sus envíos? ¿Recibirán sus contenedores? Querían garantías, pero no se podían dar.

Una de las patronales que conoce bien los efectos de estas huelgas es la azulejera Ascer que transmitía su preocupación. No hay que olvidar que los puertos de Valencia y Castellón son los principales nodos de distribución de la exportación cerámica española y recepción de las materias primas, así que su detención complica la planificación productiva de las industrias y compromete operaciones comerciales que, en el peor de los casos, pueden perderse por la modificación de escalas. 

Pero, ¿debemos echar la culpa de todo esto a los portuarios? ¿Debemos negar su derecho a reivindicar sus garantías laborales y sociales? Por supuesto que no. Podrán gustarnos más, podrán gustarnos menos pero no podemos atacar a un colectivo que está peleando por lo que cree justo en asuntos como la subrogación y la distribución del trabajo. Por mucho que nos molesten las consecuencias de los paros previstos, tienen derecho (ojo y es un derecho constitucional). El futuro de una profesión (al menos el de un par de generaciones porque la automatización reducirá mucho el censo portuario de aquí unos años) pasa por establecer un marco regulatorio y en ello están. ¿Qué las medidas son extremas? Bueno, ¿qué más pueden hacer? Lo que está claro es que saben perfectamente lo que se juegan, así que paternalismo: modo OFF por favor. Son trabajadores. Saben lo que hacen. Ahí está Algeciras con la ¿amenaza? de Maersk; ahí están las terminales automatizadas confirmando que se necesitarán profesionales altamente cualificados pero en mucho menor número. Saben bien como jugar sus cartas. Y las empresas también, no seamos ilusos. Aquí todos tienen experiencia, solvencia y disposición para negociar esto o cualquier otra cosa. Saben cuando acudir a una reunión, cuando levantarse de la mesa, cuando entregar una propuesta, cuando coger una llamada o hacerla, porque no es la primera, ni será la última, que lo hacen. 

Somos los demás los que estamos en un ay.