A este Suricata no se le pasó ayer por alto la “cobra”que María José Rallo le hizo a los muñidores del acuerdo que ha desatascado la reforma de la estiba.
Reunidos todos ellos ayer en Madrid en torno a la jornada convocada por ANESCO, era inevitable solicitar que se inmortalizaran en una imagen para la posteridad, momento propicio pues, ahora mismo, aún estamos en plena luna de miel del consenso.
Bien es cierto que nada más iniciarse el coffee break se había hecho un aparte algo tenso con todos los negociadores, metidos en el debate sobre las complicaciones que tiene aún por delante el real decreto de desarrollo reglamentario, pero la conversación se fue distendiendo y nada parecía presagiar que la secretaria general de Transportes iba a dar la espantada.
Solicitada la foto, Rallo primero la rechazó. Luego, cuando se le indicó que no tenía por qué entenderse como una foto “conmemorativa” sino como mero reflejo de los participantes en la jornada, dudó. Pero, al final, dijo definitivamente “no”, que no se hacía la foto. Y allí se quedó solo en el centro César Ramos, flanqueado por Pedro García, Antolín Goya y los asesores legales, presidiendo la foto, revelador final para alguien que, al principio de la negociación, nadie terminaba de tener muy claro cuál era su papel.
