Iniciamos las últimas semanas del año y, oh casualidad, los festivos caerán en martes así que no nos reencontraremos en este espacio hasta después de año nuevo. Así las cosas, toca hablar de deseos y esperanzas, de trabajo, salud y amor. Toca hacer balance de este año y pensar en el futuro porque 2019 se presenta con muchas incertidumbres.
A las consabidas legislaciones a medio hacer (por ejemplo, la ley de Medidas de Prevención y Lucha Contra el Fraude Fiscal) se suman las que ya están pero no están funcionando como debieran o, sencillamente, están en suspenso por falta de los reglamentos que las completen (el CAU, el ROTT, la VUA, la Ley de Puertos, los módulos, la ley del Contrato de Transporte Terrestre de Mercancías, la Euroviñeta, etc.). Además, tenemos las sentencias de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (contra la Ley de Puertos, la comunidad logística valenciana, la actividad del amarre y desamarre en el Puerto de Bahía de Algeciras, el transporte de Canarias, las empresas y sindicatos de la estiba del Puerto de Vigo, a los operadores Correos Express, FEDEX, UPS, DHL, TNT, MBE, GLS, Tourline, ICS y Redyser, etc.) que tendrán que verse -resueltas o no por la presentación de recursos de las partes- en 2019.
A todas estas, no nos olvidemos de que a primeros de año, si no se solucionan las cosas, tenemos previsto un paro patronal en el transporte terrestre de mercancías (a nivel nacional); que parece que nos estamos olvidando porque llegan las navidades y sólo estamos pensando en los paros en Amazon y en Renfe. Ojo, ojo, que las doce exigencias del CNTC al Gobierno están ahí y exigen mucha implicación de la Administración para su resolución, ¿será viable que eso ocurra?
Como siempre, habrá que esperar. Veremos qué interesa a los que gobiernan.
Mientras, en el presente, sólo podemos decir que en la Comunitat Valenciana estamos que nos salimos. Los puertos de Valencia y Castellón están alcanzando marcas totalmente inesperadas en los planes de empresa redactados hace unos años.
Que se sabía que estaban haciéndose bien las cosas, sí; que se conocía la dinámica alcista de los tráficos portuarios, sí; que desde mitad de año podía preverse la buena nueva, sí; que las estadísticas cierran en marcas que se habían previsto para dentro de dos años, sí. Pero, aunque todo esto se sabía, se ha querido tener todo bien atado antes de echar a volar las alegrías y los abrazos.
Si el pasado 4 de diciembre fue el momento de celebrar los 5 millones de TEUs movidos en el interanual en Valenciaport; ayer fue el día de reunir a la comunidad portuaria y logística de Castellón para festejar que se han superado las 20 millones de toneladas de mercancías manipuladas en un ejercicio. Hito histórico. Así que: enhorabuena a todos los que han hecho del puerto una herramienta eficaz, solvente y competitiva para el comercio exterior. Enhorabuena a todos los que han creído en el proyecto, en sus potencialidades, y están invirtiendo sus dineros, esfuerzos y sueños en lograr que PortCastelló entre en el TOP de los puertos españoles.
Además, las inversiones planificadas para potenciar la accesibilidad terrestre, el nuevo atraque para graneles líquidos y la urbanización de la dársena sur “son tres ingredientes para afrontar el futuro con esperanza”. Así lo cree Francisco Toledo, presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, quien avanzó ayer que también prevén rebajas en la tasas portuarias para 2019. Quien tuviera dudas sobre las posibilidades del enclave... ¡Boom! el Puerto de Castellón ha venido para quedarse. Digo más: llega buscando encaramarse a la cima.
Les dejo, lo dicho: que tengan una entrada de año estupenda. Nos vemos en 2019.
