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La Cámara plantea mejoras operativas como solución para ganar capacidad en El Prat

Un estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona apunta a distintas mejoras operativas como receta para evitar que el Aeropuerto de Barcelona llegue al límite de su capacidad en los próximos años.

  • Última actualización
    13 junio 2019 16:42

Según el estudio presentado ayer por Christian Bardají, director de Estudios de Infraestructuras de la institución cameral, “nuestro análisis nos garantiza que se puede llegar a 90 millones de pasajeros en 2030 con equilibrio territorial”.

Para evitar el colapso del Aeropuerto de Barcelona, en el estudio se dan cinco recomendaciones básicas que permitirían alcanzar este tráfico sin traumas –el Plan Director presentado el año pasado por Aena prevé un movimiento de 70 millones de pasajeros en 2026 con una nueva terminal satélite, pero según la Cámara esta previsión se queda corta–: es necesario desestacionalizar el uso del aeropuerto, tanto diario –horas punta y valle– como anual –verano e invierno–; llevar a cabo una mejora continua de los procedimientos operativos, siendo aquí agentes clave Enaire y Aena, con optimización de la operativa de las pistas con nuevos procedimientos que reducen la distancia segura entre aviones consecutivos; realizar una valoración de la contribución económica y social que representa el crecimiento adicional esperable para fijar un reparto equilibrado de los beneficios entre los municipios del entorno de la infraestructura; adaptar la operativa de pistas a la evolución de tráfico, buscando una manera para prolongar la pista más corta; y constituir una nueva mesa de concertación territorial para fijar la gestión de los usos del suelo en el entorno del aeropuerto (Generalitat, administraciones locales y Aena).

La carga, al margen

Respecto a los límites de capacidad de carga, Christian Bardají explicó a este Diario que, de momento, las mercancías puede crecer sin peligro de colapso. Al menos en lo que se refiere al número de operaciones y a la capacidad de las pistas. Aunque otra cosa son las instalaciones destinadas al movimiento de mercancías y las zonas en las que éstas se pueden ubicar.  En este sentido, Jaume Adrover, director de Gestió i Promoció Aeroportuaria (GPA), empresa de la Cámara de Comercio de Barcelona, añadió que la prolongación de la misma más corta de las dos que tiene el aeropuerto para operaciones de despegue y aterrizaje, daría mucho juego tanto para los aviones de pasaje como para los cargueros. El problema es que la prolongación de la pista afectaría una zona del delta del río Llobregat protegida medioambientalmente.

A juicio de la Cámara de Barcelona, “el ritmo real de crecimiento del tráfico en el Aeropuerto de Barcelona está superando las previsiones más optimistas y el escenario tendencial apunta que se podría agotar mucho antes del año 2030 la capacidad de 70 millones anuales de pasajeros, declarada como horizonte del nuevo plan director” anunciado por Aena. Por ello, la institución considera necesario “acelerar el calendario de las inversiones previstas”.

Despedida de Valls

La presentación de este estudio coincidió con la despedida de Miquel Valls, y de su equipo, como presidente de la Cámara de Barcelona tras las elecciones celebradas recientemente. Valls subrayó que la palabra que puede definir sus 17 años al frente de la institución es el “consenso” que se ha buscado siempre y la labor realizada para “tener una institución fuerte al servicio de las empresas y del crecimiento económico del país”.

Este consenso es el que ahora se demanda para aplicar en el Aeropuerto de Barcelona “una estrategia de crecimiento sostenible”. Para Christian Bardají, es necesario “hacer un planteamiento global de la infraestructura dentro de la estrategia territorial y económica de futuro”.