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Lo quiero con extra de hidrógeno, ¿puede ser?

El hidrógeno, gran desconocido hace unos años, se está convirtiendo en la estrella de todos los planes de empresa. Iberdrola, Endesa y Naturgy, las tres grandes eléctricas españolas, planean movilizar inversiones de 53.000 millones de euros en 360 proyectos ligados a los fondos europeos Next Generation. Los puertos españoles ya están desarrollando proyectos con aplicaciones prácticas de este combustible verde en el día a día de la operativa portuaria o están colaborando con otros organismos públicos y empresas eléctricas, conscientes de que el futuro pasa (inevitablemente) por ahí, por la puesta en marcha de hidrogeneras, su gestión y consumo. 

  • Última actualización
    12 febrero 2021 15:56

Las navieras, pioneras como siempre en eso de usar lo último para contar con los buques más eficientes, ya comienzan a navegar con barcos mixtos que permiten la operativa marítima combinando el modo eléctrico y fósil; y hace unos meses conocimos que ABB (la multinacional suiza de ingeniería eléctrica y automatización) e Hydrogène de France (especialista en tecnologías de hidrógeno) habían firmado un acuerdo de colaboración para fabricar celdas de combustible de hidrógeno a escala de megavatios, capaces de alimentar grandes buques oceánicos.

Pero, ¿por qué de repente todo el mundo se sube al tren del hidrógeno y sus aplicaciones prácticas? Pues básicamente, para qué engañarnos, porque las necesidades de encontrar nuevos combustibles que puedan venir a sustituir a los grandes clásicos (petróleo y gas) se hace cada vez más urgente. 

¿Objetivos? La digitalización, la transición energética y la descarbonización. ¿Les suenan? Por supuesto. Estos tres conceptos son los mantras que el sector logístico portuario lleva recitando desde hace unos años

Además, tenemos a la Organización Marítima Internacional que ha establecido un objetivo global de reducción de emisiones anuales en el sector de al menos un 50% para 2050 en relación con los niveles de 2008; a la Unión Europea con el “Green Deal” y sus objetivos de que se hayan dejado de producir emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050; y a la ciudadanía cada vez más concienciada (a golpe de padecer los efectos del cambio climático y la pandemia, eso sí) de la necesidad de mejorar nuestra forma de vivir para que el planeta sobreviva.

Así las cosas, el hidrógeno y la movilidad sostenible se configuran como las principales apuestas de las inversiones de las compañíasque también saben que los fondos europeos identificarán (y apostarán por) iniciativas en el programa de competitividad y sostenibilidad industrial para contribuir a la transición verde y digital. Así que, estupendo, porque pueden modernizarse colaborando con lo público. ¿Objetivos? La digitalización, la transición energética y la descarbonización. ¿Les suenan? Por supuesto. Estos tres conceptos son los mantras que el sector logístico portuario lleva recitando desde hace unos años. 

Por poner un ejemplo, solo la semana pasada conocimos que Petronor tiene intención de construir una de las mayores plantas mundiales de producción de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde con el puerto de Bilbao como núcleo neurálgico; el Puerto de Sevilla confirmó que ha presentado iniciativas a los Next Generation para impulsar un hub eólico industrial y un hub de hidrógeno portuario; y FM Logistic Ibérica y Tecnove anunciaron que avanzan en su búsqueda de la monitorización de la producción y suministro de hidrógeno y en la transformación de vehículos (tanto carretillas como furgonetas para distribución urbana y de media distancia). 

Preparémonos que toca cambiar de vocablo. Adiós gasolinera, hola hidrogenera.