La puesta a flote es un hito importante en el proceso constructivo del buque, puesto que está finalizada la parte estructural del mismo. Sin embargo, en los próximos meses se deben seguir acometiendo muchos trabajos, la mayor parte en instalaciones eléctricas y mecánicas, así como toda la habilitación de las zonas de pasaje y tripulación.El presidente de la naviera, Adolfo Utor, remarcó "la apuesta estratégica de la compañía por las energías limpias" añadiendo que estos buques supondrán un "referente en innovación y sostenibilidad". Utor detalló que el GNL permite reducir un 30% las emisiones de carbono (CO2), un 85% las de óxido de nitrógeno (NOx) y eliminar totalmente las emisiones de azufre y partículas.Baleària invierte 200 millones de euros en la construcción de estos dos smart ships pioneros en el Mediterráneo, de características idénticas: 186,5 metros de eslora, velocidad máxima de 24 nudos y capacidad para 810 personas, 2.180 metros lineales de carga y 150 vehículos.