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El Covid-19 retrasa la adjudicación de la Terminal Norte del Puerto de Valencia

Una de las consecuencias que están sufriendo las Autoridades Portuarias de toda España desde la aprobación del estado de alarma es el paréntesis en el que entran sus proyectos más emblemáticos, un escenario que ha afectado sin duda al proceso de adjudicación definitiva de la Terminal Norte de Valenciaport.

  • Última actualización
    27 marzo 2020 14:24

No hay más que echar la vista atrás para ver que en los últimos doce meses la Ampliación Norte del Puerto de Valencia y la construcción de la nueva terminal ha estado prácticamente a diario llenando páginas y minutos de emisión de los medios de comunicación, y no siempre de la manera más objetiva. Este tema ha sido foco de conflicto en la esfera política, tanto a nivel local y autonómico -con socios de Gobierno discrepando en público y en privado y poniendo en peligro alianzas entre partidos- como a nivel nacional, obligando a la participación de Puertos del Estado, dos ministerios e incluso a los diputados nacionales con debates de enmiendas e incluso alguna que otra Proposición No de Ley.

Si bien es cierto que en las semanas anteriores al estallido de la pandemia se rebajó el tono y parecía que comenzaban a encauzarse algo las aguas otrora revueltas, todo esto ha quedado prácticamente en el baúl del olvido con el estallido de la crisis provocada por el Covid-19. Con los representantes políticos gestionando la crisis como pueden y las asociaciones empresariales intentando mantener la actividad de sus asociados, Valenciaport -al igual que el resto de las Autoridades Portuarias de todo el país- deberán esperar a que se levante el estado de alarma para retomar proyectos y obras necesarios para mantener su papel de herramienta al servicio de la economía.

La crisis provocada por el coronavirus ha enfriado la polémica sobre el proyecto de la Ampliación Norte del Puerto de Valencia 

Los procesos de licitación de nuevas infraestructuras quedan suspendidas hasta el levantamiento del estado de alarma 

Aunque se mantienen contactos de manera telemática entre los miembros de las Autoridades Portuarias y el resto de agentes económicos, hay que recordar que los últimos Reales Decretos aprobados bajo el paraguas de la nueva situación limitan mucho los movimientos y decisiones que pueden tomar los gestores portuarios.

 El caso de Valenciaport es paradigmático, ya que en principio el primer semestre de este año iba a servir para consolidar el proyecto de manera definitiva. Por un lado, para el pasado viernes estaba convocada una nueva sesión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia en la que estaba prevista la adjudicación definitiva de la Terminal Norte a TiL, filial del Grupo MSC. Por otro, tal y como informó el presidente del Puerto de Valencia en una de sus últimas comparecencias públicas antes de la crisis, en junio la APV tenía previsto recibir el proyecto constructivo de la Ampliación. Por el momento, el proceso ha quedado paralizado.

Consejo telemático de la APV el 3 de abrilLa Autoridad Portuaria de Valencia tiene previsto convocar una nueva sesión para el próximo 3 de abril, y lo hará de manera telemática. A lo largo del encuentro se tratarán asuntos de trámite como la renovación de alguna concesión y temas menores, según confirmaron a este Diario fuentes de la APV.

 Por otro lado, para finales de este mes de marzo también había convocada una reunión del Consejo de Administración de VPI Logística para adjudicar de manera provisional las cuatro primeras parcelas de la ZAL Valenciaport. Por imperativo legal y tras la aprobación de los Reales Decretos que regulan el estado de alarma, los consejos de administración deberán esperar a que finalice esta situación para aprobar adjudicaciones y cuentas de resultados. Infraestructuras a la esperaLa situación de Valenciaport no es única. De hecho, y dando un simple vistazo a algunos de los puertos con mayor tráfico de todo el país, puede esbozarse una panorámica de infraestructuras y proyectos que han quedado a la espera.

En el año 2020, la Autoridad Portuaria de Bahía de Algeciras tenía previsto invertir nada menos que 62,8 millones de euros. La finalización de las obras del nuevo acceso a la dársena del Saladillo, la mejora del calado hasta la cota -18,5 metros del Muelle Juan Carlos I, la construcción de infraestructuras para atender el creciente tráfico ro-ro, las instalaciones para la inspección no intrusiva de contenedores y camiones y la adquisición de un nuevo escáner quedan paralizados.

En el caso del puerto de Barcelona, este año la AP iba a comenzar a trabajar en los proyectos de las dos nuevas terminales de cruceros, así como en la planificación de la nueva concesión en el antiguo espacio de Tercat para habilitar una terminal para el tráfico de vehículos.

En Bilbao, estaba prevista la adjudicación en otoño de la gestión y explotación del apartadero ferroviario de Arasur por quince años. Asimismo, a inicios de años se licitó la urbanización de la primera fase del Espigón Central por 9,5 millones de euros. A esto habría que añadir el proyecto de construcción de apartaderos en la N-240 entre la Autoridad Portuaria y la Diputación Foral para transportes especiales.

 En el caso de Tarragona, además de paralizar todo el proceso de desarrollo de la ZAL, quedan en paréntesis la construcción del nuevo muelle de Balears, que debía entrar en funcionamiento en 2021, o el inicio de las obras del contradique de Els Prats.