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MARÍTIMO · Rafa Simó, presidente de PortCastelló, reivindica la actividad del enclave y un nuevo sistema de gestión portuaria más dinámico

“Tenemos una estructura de hace 20 años y no somos el puerto de hace 20 años”

  • Última actualización
    08 julio 2022 11:29

Optimización de recursos -con actualización de organigrama incluido-, resultados económicos en positivo e interesantes proyectos de futuro para impulsar la actividad económica de la provincia marcan el hoy de PortCastelló. No obstante, su presidente, Rafa Simó, consciente de las necesidades de la autoridad portuaria, reclama más recursos.

Castellón. Las necesidades de la Autoridad Portuaria de Castellón están ahí, definidas por su actividad, visibles por quien quiera verlas. Sus volúmenes y proyectos son la muestra de que sus crecimientos no son algo baladí. Por ello, Diario del Puerto se entrevista con Rafa Simó quien hace balance de sus casi dos años al frente de la entidad pero también reivindica ajustes en el sistema portuario.

Las últimas noticias del Puerto de Castellón son muy positivas. La licitación del acceso ferroviario sur, tráficos en verde, ingresos consolidados... ¿Se han alcanzado los hitos previstos al inicio de su Presidencia?

Pese a todo lo que nos ha tocado vivir y todo lo que estamos viviendo, el balance es muy bueno. Hemos hecho avances en todos los ámbitos.

Económicamente seguimos siendo uno de los puertos más rentables del sistema portuario de interés general, pese a que seguimos invirtiendo, los que nos permite ofrecer bonificaciones y obtener beneficios para nuestros clientes. Acabamos 2021 con record de volumen de mercancías. En este 2022 tan convulso estamos teniendo muy buenas cifras.

En infraestructuras, por fin va a ser una realidad el ferrocarril. Con el proyecto Octopus vamos a poner a Castellón en el mapa como puerto industrial; el proyecto tiene su parte de obra, de la que ya se están dando los primeros pasos, y también avanza la parte comercial. Estamos detectando cierto apetito inversor.

Socialmente hemos avanzado mucho. En cuestiones ambientales tenemos que ir mejorando, invirtiendo en cuestiones como transparencia, en la aplicación de medidas correctoras, acuerdos firmados con las instituciones, etc. Y en el plano de relación con la ciudadanía también hemos mejorado fomentando los contactos, la colaboración o los patrocinios, entre otras muchas cuestiones. Por todo ello, el balance creo que es muy bueno. Al final hemos avanzado en todas las cuestiones que planteamos cuando llegué a la Presidencia, primero con la dirección de Ana Ulloa y luego con la de José María Gómez (no olvidemos que los directores son uno de los motores fundamentales de cualquier puerto).

“A la vista de los índices, somos con mucho los mejores del tercer nivel, a una distancia sideral del segundo clasificado, y también estamos por encima de otros puertos del segundo nivel”

Habrá aspectos que mejorar...

Estoy muy satisfecho con todo el equipo profesional de la Autoridad Portuaria y, por supuesto, con la implicación y trabajo de toda la comunidad portuaria, que con sangre, sudor y lágrimas están sacando todo esto adelante. Aún así, está claro que hay aspectos que se pueden mejorar.

En el contenedor, por ejemplo, es evidente que tenemos un problema. Creíamos que la salida de MSC iba a provocar un efecto llamada, que al final no se produjo. Hay que ser conscientes de que estamos muy cerca de un hub enorme como es Valencia, que juega en una liga diferente a la nuestra, y pese a los problemas que tiene ese puerto de congestiones, etc. no estamos siendo capaces de recuperar ninguna línea.

Tenemos que revisar qué es lo que estamos haciendo y qué es lo que podemos hacer para poder mejorar nuestras cifras, siendo conscientes de lo que somos y hasta dónde podemos llegar.

Por otro lado, y recuperando una vieja reivindicación del enclave, con la oportunidad de empleo público que tiene la APC sobre la mesa, ¿se van a cubrir todas las necesidades?

No. Este es precisamente uno de los grandes problemas de este puerto. Tenemos una estructura de hace 20 años y si comparamos tanto física, como económica, como socialmente, no somos el puerto de hace 20 años. Continuamos funcionando gracias al esfuerzo titánico de la gente que trabaja en esta casa.

¿Ha arrancado algún compromiso por parte de Puertos del Estado?

Hablamos mucho de este asunto, pero, siendo reivindicativo en la justa medida, estamos satisfechos con las ofertas de empleo público de dentro de convenio que nos están llegando, que nos dan posibilidades de dotar de recursos ciertos departamentos, pero seguimos teniendo el problema de los fuera de convenio. Solo tenemos a dos jefes de área y creo que ninguno de los puertos equiparables al nuestro está así.

Cuánto necesitaría ampliar, ¿un 10%?

Más. De fuera de convenio necesitamos más. Tenemos 20 fuera de convenio y 7 de ellos son jefes de unidad. Hemos hecho un estudio con diferentes horizontes y hablamos de 6 ó 7 plazas más de fuera de convenio. Ojo, que no hablamos de subdirectores, sino de una de jefe de área y una de jefe de departamento.

Somos 162 en plantilla, de los cuales casi 50 son policías portuarios. A ver si el Marco Estratégico nos da una mejora...

“Cuanta más competencia haya entre puertos mejor le va a ir a la empresa o al sector productivo de turno”
$!“Tenemos una estructura de hace 20 años y no somos el puerto de hace 20 años”

Volvemos a retomar la reivindicación de subir en el escalafón de los puertos...

Es que es un tema de objetividad máxima. En primer lugar, no tiene sentido que se haga una clasificación hace 15 ó 20 años y que eso sea inamovible. Es necesario crear un sistema dinámico en el que, de alguna manera, se premie a quien esté creciendo y lo haga mejor y no se deje caer a quien, por lo que sea, esté sufriendo en un momento determinado.

El sistema es solidario en este último término, pero no está resultando beneficioso para el que está haciendo las cosas bien. Nosotros hemos duplicado nuestros volúmenes de tráfico y de negocio, y no hemos saltado de grupo. A la vista de los índices, somos con mucho los mejores del tercer nivel, a una distancia sideral del segundo clasificado, y también estamos por encima de otros puertos del segundo nivel.

Sé que Puertos del Estado está planteando mecanismos para que el sistema pueda ser más dinámico... pero con Hacienda hemos topado. Es complicado, pero es un tema de justicia para que el crecimiento de dotación de personal y de infraestructuras vaya acompasado a la realidad del puerto, si no al final moriremos de éxito.

Necesitamos flexibilidad, aunque sea para decidir si la oferta de empleo es para dentro de convenio o para fuera. Vivimos en un mundo tan cambiante que continuamente vamos a necesitar perfiles nuevos. Por ejemplo, y es un caso que hemos vivido recientemente, si necesito incorporar a una persona como jefa de Innovación, tengo que hacer una oferta atractiva con la que sea capaz de atraer ese talento, y eso solo lo puedo hacer con una incorporación fuera de convenio.

Si tenemos suerte y atraemos un par de industrias que generen tráfico no hay que descartar que para 2030 alcancemos los 30 millones de toneladas, pero para conseguirlo será absolutamente necesario reforzar nuestra estructura interna.

“En el contenedor, es evidente que tenemos un problema. (...) Tenemos que revisar qué es lo que estamos y haciendo y qué es lo que podemos hacer para poder mejorar nuestras cifras. Siendo conscientes de lo que somos y hasta dónde podemos llegar”

¿Puede adelantar alguna novedad asociada al proyecto Octopus? ¿Han alcanzado ya algún acuerdo con alguna industria?

No puedo adelantar nada, aunque también conviene señalar que se trata de un proyecto con el que es difícil recoger frutos en el corto plazo. De momento, hemos identificado que nos está sirviendo para situarnos en el mapa. Puedo decir que hay interesados, a menor y mayor nivel, en implantar nuevas industrias y concesiones en el Puerto.

Siendo extremadamente prudentes, las sensaciones son buenas.

¿Entiendo que el ferrocarril es determinante para ellos?

Sí. Todos, todos, todos preguntan por el ferrocarril. Sin excepción. Y no sólo hablamos de industrias, sino también de navieras. En los planes de expansión a futuro de cualquier empresa está el tema ferroviario.

¿Cuáles son las previsiones de cierre del año?

Hacer previsiones hoy en día es complicado. Este puerto solo ha pasado de los 21 millones de toneladas dos veces en su historia y 4 de los 20 millones. Nos gustaría hacer de lo extraordinario algo cotidiano, pero no siempre es posible.

Las cifras de los cinco primeros meses del año son buenas. Ahora vienen tres o cuatro meses que serán definitorios de cómo acabaremos el año en cuanto a volumen de toneladas. Dadas las perspectivas sería un buen año acabar en el entorno de los 20 millones de toneladas. Si alcanzamos los 21, perfecto. Si nos quedamos en 19, será lo que los sectores que nos utilizan han necesitado.

$!Rafa Simó, presidente de PortCastelló, junto a Loli Dolz, directora de Diario del Puerto Publicaciones y jefa de Redacción de Comunitat Valenciana.

¿Han estado pendientes de los sectores más necesitados?

Claro, a través de rebajas de tasas y, sobre todo, bonificaciones a las terminales, ya que creemos que es la vía más directa para que puedan llegar mejor a los sectores petroquímicos y cerámico. También hemos bonificado las mercancías. Además, por supuesto, estamos bonificando especialmente el contenedor.

¿Y están dando resultado?

Estamos teniendo algunas escalas, pero nada de grandes dimensiones. Hay una realidad y es que cuando los costes logísticos estaban por los suelos, el tema del transporte de sus mercancías no era algo que preocupara demasiado a los cargadores, a raíz de la pandemia y la escalada de precios ha surgido ese interés, cada vez más creciente, que incluso lleva a muchas empresas a querer controlar como exportan sus productos.

En este contexto podemos tener oportunidades, pero también es cierto que necesitamos un feeder con un gran hub, porque si te conectas con él estás conectado con todo el mundo. De esta forma tendremos algo más que ofrecer a todos nuestros sectores productivos, pero especialmente al cerámico.

En un porcentaje importante, para los cargadores de cerámica sería mejor sacar una parte de su producción por el puerto de Castellón, pero somos conscientes de que por Valencia tiene que salir entre un 50 y un 60% de la misma, es una cuestión de conectividad y capacidad. Nosotros con 400.000 ó 500.000 TEUs anuales podríamos estar cerca de la congestión. Son cifras que nada tienen que ver con las que maneja Valencia o con las necesidades del sector cerámico.

En este punto, entraríamos en el debate de si los puertos pueden complementarse

Si lo que queremos es que los puertos nos miremos al ombligo y nos digamos lo bien que hacemos las cosas, entonces nos podemos complementar. Pero seguramente perderemos de vista para qué servimos los puertos, que somos un factor de competitividad de las empresas. Cuanta más competencia haya entre puertos mejor le va a ir a la empresa o al sector productivo de turno.

Posteriormente, las condiciones, las ubicaciones, las infraestructuras, etc. van a dictar qué mercados pueden ser competencia o cautivos de un puerto. Pero creo que es bueno para el tejido empresarial que los puertos tengamos una mínima competencia entre nosotros.

Al final, de lo que se trata es de ser una herramienta eficaz y óptima para sectores a los que servimos. Y los puertos, ya sea por su ubicación o por la industria que tienen detrás, ya se complementan lo suficiente.

Otra cosa sería que fuéramos colaboradores en asuntos en los que ahora no colaboramos, como por ejemplo en transformación digital, innovación, sostenibilidad, buenas prácticas sociales... Son ámbitos en los que cada puerto hace lo que puede en el buen sentido y vamos incorporando la experiencia de otros que nos parecen buenas. Ports 4.0 es el ejemplo de cómo podemos colaborar en determinados asuntos y además hay mucho margen.

“Respecto al CPE, no vamos a entrar a valorar cuál es la fórmula más adecuada”

¿Cómo está viviendo la negociación de la estiba en torno a la continuidad del CPE?

Nosotros vamos a ser muy respetuosos con las decisiones que se tomen, pero pedimos a todas las partes altura de miras. Es evidente que si no somos competitivos, si no damos un servicio atractivo a nuestros clientes, perderemos la posibilidad de traer nuevas industrias, clientes o tráficos, e incluso podemos llegar a perder los que ya tenemos.

En el último año, por ejemplo, hemos vivido situaciones de una tensión tremenda y es en esos momentos cuando los servicios portuarios han tenido que estar a la altura y dar una respuesta. Si no somos capaces de dar esa respuesta acorde a lo que el mercado necesita, tendremos que repensar qué será de este puerto. Estamos en un momento clave en el que tenemos que alcanzar un gran pacto para que podamos ofrecer unos servicios portuarios al nivel que se requiere. Y no me refiero solo a la estiba, aunque tenga un peso específico muy concreto, sino también al practicaje, al remolque, etc.

¿Están interviniendo como mediadores a través de algún foro concreto?

No creo que seamos nosotros los que debamos crear ese foro. Lo que sí intentamos es poner un tablero de juego e intentar hacer que se entiendan las diferentes posturas de unos y de otros para que se construyan buenos acuerdos para la comunidad portuaria, para el puerto y para el territorio.

Tenemos un contacto permanente con las empresas de los diferentes servicios portuarios y también con los trabajadores. No creo en las posturas de blancos o negros. Es importante que se comprenda que cediendo un poco de aquí o de allí se pueden alcanzar acuerdos beneficiosos para todos.

¿Pero tiene una opinión de cuál sería la fórmula más competitiva de organización de la estiba?

Respecto al CPE, no vamos a entrar a valorar cuál es la fórmula más adecuada. Cada puerto es diferente y tiene unas particularidades concretas, unos tráficos, un colectivo que también tiene un histórico detrás... sería atrevido por mi parte decir qué es lo mejor.

Ahora bien, es necesario que negocien, se sienten, bajen al detalle y concreten porque ellos son los que reciben en primera persona las demandas de los clientes y saben qué es lo que se demanda. Por eso es necesaria la altura de miras de la que hablaba para salir de esas posturas en las que a veces seguimos amarrados “porque se ha hecho toda la vida así” y centrarnos en dar un buen servicio, porque de lo contrario... el sistema portuario está en un mercado tan competitivo que mientras discutimos entre nosotros podemos ir perdiendo tráficos.

Dentro de la AP de Castellón, ¿quién canaliza las cuestiones relativas a la estiba?

El director y yo mismo. Depende de cada circunstancia, pero entre los dos intentamos estar en contacto y conocer cómo están las cosas.

Por otra parte, entre Adolfo Noguero, como nuevo responsable de Expansión y Miguel Rojo, en calidad de gerente de la Fundación, mantienen un contacto periódico y permanente con clientes y cargadores.

Fundación PortCastelló: comercial, formación y RSE

Se ha anunciado la jubilación de Miguel Rojo al frente de la Fundación PortCastelló, ¿va a ser Adolfo Noguero su sustituto?

En competencias, sí. Hasta ahora, y todavía hoy, las tareas de comercialización se llevaban desde la Fundación PortCastelló. Con la creación del nuevo departamento de Expansión, las competencias comerciales son recuperadas por la Autoridad Portuaria y la Fundación pasará a tener otros cometidos. En la actualidad Miguel y Adolfo están trabajando conjuntamente.

Vamos a utilizar la oferta de empleo público de la que disponemos para poder dotar de personal este nuevo departamento y además, orgánicamente, va a depender directamente de Dirección, porque queremos que se vea claramente que para nosotros tiene muchísima importancia.

El departamento forma parte de una nueva concepción con la que queremos que la parte comercial dé un salto y, además de dirigirse a navieras y clientes tradicionales, abra una vía para poder atraer industrias. Es una decisión que tiene que ver con el objetivo fundamental de Octopus. Estamos en un momento con capacidad para atraer alguna inversión muy importante.

Pero hay que hacer las cosas con cuidado porque puede ser un arma de doble filo. En los últimos meses, por ejemplo, hemos vivido la llegada a Sagunto de Volkswagen, pero la salida de Acciona de la Vall d’Uixò. Repensar la globalización puede traer nuevas industrias, pero también que alguna se vaya. La tarea del departamento de Expansión va a ser muy importante en este sentido.

¿Y cuál va a ser entonces el cometido de la Fundación PortCastelló?

La Fundación va a tener una triple función. Por una parte, va a seguir haciendo funciones comerciales, de apoyo al departamento de Expansión, liderando la comercialización de cruceros.

Por otro lado, tendrá un ámbito del fomento de la formación, a través de las instituciones con las que ya trabajamos (Cámara de Comercio, UJI, etc.), para ofrecer una formación continua de las personas que ya trabajan en la comunidad portuaria, identificar perfiles necesarios para nuestro sector y tratar de aplicar esa formación a otras personas para que en un futuro puedan llegar a trabajar en la comunidad portuaria. Necesitamos tener una comunicación muy fluida con las empresas para que nos digan exactamente qué formación específica necesitan. Quizás ofreciendo módulos concretos, muy orientados a nuestro sector, podemos conseguir cubrir esas necesidades.

Finalmente, la tercera pata será la social, con una vertiente solidaria y otra de entretenimiento. Queremos que en algún momento AlPort sea apadrinado por la Fundación y también ejercer como facilitadores de la responsabilidad social a las empresas de la comunidad portuaria que, por su dimensión o las circunstancias que sea, no tienen posibilidad de desarrollar un programa de RSE.

¿Y quién va a estar al frente de la Fundación PortCastelló?

De momento está y estará Miguel Rojo hasta que se jubile en septiembre. Luego ya veremos. No es una gran preocupación hoy en día porque el traspaso de lo que son las competencias o funciones de Miguel ya tenemos claro que van a ir a Adolfo Noguero, por lo que todavía no necesitamos empoderar a una persona como gerente.

En cualquier caso, sí va a requerir una dotación mayor de personal para cumplir con esos objetivos.

Efectivamente, es algo que tenemos encima de la mesa. Hoy en la Fundación son solo cuatro personas y tenemos que ver cómo podemos integrar a alguna más, sobre todo en el ámbito de la formación, que tiene un gran recorrido y que a la larga incluso podría reportar algún ingreso adicional para la Fundación, aunque sea para reinvertirlo y seguir creciendo. En todo caso, que quede claro que nuestro objetivo no es conseguir nuevos ingresos con esta iniciativa, sino ofrecer un servicio de valor añadido a la comunidad portuaria y a la sociedad.

“Tenemos que potenciar más la idea de que el puerto es una oportunidad para nuestros hijos”

Sigue existiendo un gran desconocimiento de lo que es el puerto y su actividad, lo que quizás hace que no sea atractivo para que la gente quiera trabajar en él. ¿Hay algo que se pueda hacer para cambiarlo?

Siempre se puede hacer algo más. En general hay una importante cultura de apertura de los puertos a las ciudades, que está costando mucho, pero es necesario que también la otra parte se abra porque si la ciudad no mira hacia el puerto o lo hace mal, no tenemos nada que hacer.

Tenemos que ser conscientes de que tenemos que hacer sobresfuerzo para comunicar bien qué es lo que somos y que, en definitiva, somos una oportunidad para la ciudad en la que estamos. Y es curioso que no se nos vea como una oportunidad porque, por lo menos en el Grao de Castellón, una gran parte de las familias, más del 80%, tienen algún tipo de relación laboral con el Puerto.

En Castellón hay otra situación con la que tenemos que convivir, tanto a nivel de Puerto, hospital, universidad o refinería, y es que una gran parte de los cargos medios y altos viven o son de Valencia. Hay que analizar por qué pasa esto y tratar de dar el salto. Aunque debo decir que la cercanía a Valencia también puede ser en parte buena para la atracción de talento, ya que si estuviéramos en la España vaciada no tendríamos esa opción.

En definitiva, tenemos que potenciar más la idea de que el puerto es una oportunidad para nuestros hijos.