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Migas de pan

No, no estamos todavía en tiempo de Navidad como para detenerme ahora con Hansel y Grettel, pero quiero referirme a esa figura de las migas de pan como el rastro que hemos dejado deliberadamente y que nos permitirá encontrar el camino de regreso a casa.

  • Última actualización
    01 diciembre 2021 09:42

El caso es que buceando entre cuestiones muy técnicas reservadas para informáticos he descubierto que en su jerga se refieren de forma recurrente a las “migas de pan” o al “hilo de Ariadna”. ¿De qué se trata? Pues por explicarlo de un modo muy simple, es como una ruta de exploración. Piensen que están navegando por internet y de una página saltan a otra, y a otra y a otra. Imaginen ahora que en una línea de la parte superior de la pantalla van apareciendo todas las páginas visitadas en el mismo orden que han seguido. Con un simple vistazo pueden comprobar todo el camino trazado y pueden regresar hasta el punto de salida. Pues eso es, nada más.

Los informáticos pueden abstenerse de soltar la carcajada y ya sé que podría haberlo explicado con directorios, subdirectorios y demás… pero lo que quiero es que se me entienda. ¿Vale?

La imagen de las migas de pan es muy “chic” como para introducirla en una jerga absolutamente desnaturalizada e impersonal, pero no tuvieron en cuenta los que la adoptaron para el mundo informático que en el cuento original los pájaros engullían las migas borrando todo el rastro que indicaba el camino de regreso a casa. P… vida.

Dicen que lo que realmente nos define ya no es tanto cómo somos, sino cómo hemos llegado a ser lo que somos. Precisamente por eso es fundamental saber de dónde venimos y revisarlo de vez en cuando… básicamente, para no olvidarnos de lo que somos (palabra de psicólogo argentino, que diría mi buen amigo Ximo).

¿Cómo competir con un gigante que a fuerza de optimizar procesos y eliminar elementos ha conseguido ofrecer unos precios que no se pueden igualar? Pues muy difícil, sobre todo si entramos en terreno pecuniario 

Pues sí, eso es así (que diría yo). Necesitamos guardar las referencias y tenerlas bien claras, y en logística todavía más. Ante un mundo crecientemente desnaturalizado en el que la dimensión de las empresas va ganando terreno, anteponiendo la digitalización a la personalización, es fundamental que apostemos siempre por la persona, aunque sin dejar de aprovechar las buenas cosas que nos puede brindar la evolución.

¿Cómo competir con un gigante que a fuerza de optimizar procesos y eliminar elementos ha conseguido ofrecer unos precios que no se pueden igualar? Pues muy difícil, sobre todo si entramos en terreno pecuniario, pero creo que hay algunas claves que pueden ser decisivas.

En primer lugar, es importante adquirir algo de dimensión. No se trata de ser gigantes, pero tampoco podemos ser diminutos. Es necesario hacer un pequeño esfuerzo en esta línea, aunque el cuerpo nos pida lo contrario. Por otro lado, es importante que sean las personas las que hablen con las personas; si hay una boca hablando, debe haber un oído al otro lado. Esto debería ser irrenunciable

Finalmente, nuestra historia (nuestro rastro de migas de pan), también nos define como empresas y como personas. Es fundamental no perder de vista el camino que hemos seguido para llegar a donde estamos, con sus errores y sus éxitos.

El sector logístico evoluciona a una velocidad que ya casi no podemos controlar. La introducción de las tecnologías es imparable y la competencia internacional es más voraz que nunca. Sobrevivir en esta jungla conservando la identidad debería ser el objetivo que nos lleve a perdurar en el tiempo.