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Seguimos remando

Seguimos remando. ¿En alguna ocasión se han sentido parte de una trainera de competición? Yo no he tenido la suerte, pero cada vez que veo imágenes de una prueba de este tipo de embarcaciones tengo la sensación de que yo me dedico exactamente a lo mismo que ellos: a remar, rodeado de buenas personas, a la búsqueda de un objetivo común.

  • Última actualización
    01 julio 2020 12:53

Lo de buenas personas no es ninguna tontería. Sólo ellas son capaces de mirar más allá de su ombligo, comprender la situación en un momento determinado, de detectar los estados de ánimo y los momentos de debilidad o de fuerza, para dosificar su contribución de la forma más eficiente posible. Se trata de aportaciones individuales en beneficio de todo el equipo. No hay otra forma de entenderlo todo, incluso la propia vida.

Un exceso de fuerza por aquí o un ligero desvanecimiento por allá, siempre se puede corregir si el objetivo de todo el equipo se mantiene intacto y la solidaridad, bien entendida, se transforma en energía.

Nuestro sector logístico tiene muchos eslabones en su cadena y es absolutamente necesario que exista tensión en todos y cada uno de ellos para que la fuerza se transmita con toda su potencia. Repito, hace falta tensión y solidaridad.

Todos los colectivos logísticos, al igual que otros muchos sectores, están sufriendo los estragos de esta crisis que nos invade a golpe de mascarillas e hidrogeles. Sería difícil, quizás injusto, cuantificar si hay algunos más perjudicados que otros, pero yo me atrevo a señalar que el transporte por carretera, manteniendo su estigma de cenicienta, se ha vuelto a poner a la cabeza del triste ranking de “afectados y apaleados”.

Si no tuvieran suficiente con la debilidad estructural y normativa que les envuelve o el ninguneo permanente de la administración, ahora además tienen que pelear por demostrar que sus demandas (44 toneladas, pago a 30 días, carga y descarga, etc.) son lógicas y siguen sin atenderse.

Nuestro sector logístico tiene muchos eslabones en su cadena y es absolutamente necesario que exista tensión en todos y cada uno de ellos para que la fuerza se transmita con toda su potencia. Repito, hace falta tensión y solidaridad

Creo firmemente que el colectivo logístico en su conjunto tiene la obligación moral de vigilar por la salud de todos y cada uno de los eslabones de la cadena. Los problemas de los transportistas por carretera, sin ninguna duda, se trasladan a la operativa diaria y a los costes del servicio repercutiendo sobre todos los demás colectivos.

Colaborar hoy en la solución de los problemas de quienes tienes al lado, es una forma inteligente de tener bien asfaltada la carretera que mañana te llevará al futuro.

Desde la base es complicado llegar a intervenir en este tipo de cuestiones, por eso se hace más necesaria que nunca la unidad empresarial y la acción de asociaciones y organizaciones en la búsqueda de un objetivo común y beneficioso para todos. No es momento para ponerse exquisito y olvidarse del resto de mundo. Estamos todos en la misma trainera.

Y hablando de remar, me van a permitir que tenga un cariñoso recuerdo en esta columna para las muchísimas personas que a lo largo de esta semana han dedicado unos minutos de su tiempo para acordarse de nosotros, de todo el equipo de Grupo Diario, y para animarnos a seguir adelante con la nueva estructura editorial y mantener nuestras publicaciones al altísimo nivel que se les exige.

Por todo eso, que no es poco, y porque nos dan la oportunidad de seguir haciendo lo que más nos gusta: ¡GRACIAS!

Prometemos seguir remando, sin pausa, constantes y con el objetivo bien claro.