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Topicacitis

El tópico carga siempre con el sambenito tópico de la simpleza. Y ahí muere y ahí se lo destierra.

  • Última actualización
    16 octubre 2018 18:41

El tópico es la masa informe, porque es vulgar. El tópico es la brocha gorda del reduccionismo, es lo manido pero por manoseado, lo fácil pero por oído.Es la constancia abrasada, es la reiteración ensordecida, es la idea feliz que languidece, es la fama derretida, es el eco infantil ya aburrido, es el lugar común deshabitado y, lo que es peor, es el edén abandonado porque la verdad se tornó en mentira por repetitiva.Por ello a veces cometemos el error de creer que el tópico es el ancestro del meme retroposmoderno, el chispazo de la efímera viralidad, sin percatarnos de que el tópico es esencia, pura, y que a menudo hay que regresar a ella. Sin censura.¿Cuándo? Cuando el oponente dialéctico vuelve a las cavernas, cuando su discurso y su acción son regresadas a su más simple y primitiva esencia obligando a recordarnos lo más básico, aunque de tan pueril nos paralice, aunque de tan  inocente nos avergüence.Por eso hay veces que toca acodarse en la barra del bar, sumarse al barro marujil de los gritones y las gritonas del pancartismo facilón, bajar a la manifestación de esa impostura cacatúa de ser vocero snob de la languidez de lo archisabido.Al fin y al cabo, enfrente están cayendo tan bajo que toca agarrar la guitarra y volver a lo básico.La canción sonará apocalíptica, el verso risible, el eco tendencioso y para algunos insultamente partidista, pero es que andamos amaneciendo por los jardines de infancia de la logística y el ritmo impone la verdad desnuda.En este entorno dialéctico de la prenatalidad, siempre he sido más de berrear que de llorar. No ha habido nunca lugar en los grandes pactos de Gobierno ni para peluqueros, ni para electricistas, ni para carniceros, ni para camareros. ¿Y por qué tendría que haberlo para los currantes de la logística? Sí, sí, ya me sé lo del sector estratégico, pero no me hagan elevar el discurso, no me hagan entrar en análisis profundos, insisto que esta no es la vía hacia la que nos desembocan. Insistamos en la esencia.El Gobierno de España ha llegado a un acuerdo con el Grupo Parlamentario Confederal Unidos Podemos En Comú Podem En Marea, se trata del denominado “Acuerdo de Presupuestos Generales del Estado 2019: Presupuestos para un estado social”, un elevado e intrincado conjunto de catorce puntos y 64 medidas que, por muy sociales, fiscales y presupuestarias que sean, afectan a todos y cada uno de los ministerios y a todas y cada una de sus competencias, bueno, a todas menos una: infraestructuras y transporte.No sólo lo digo yo, lo ha denunciado la CEOE que, más allá de discutir o aplaudir cada una de las medidas, denuncia la clara ausencia en el acuerdo de políticas sectoriales en el ámbito de las infraestructuras y el transporte.La mano del Señor Ábalos, por enésima vez, sólo se nota en el amplio apartado para la Vivienda. No hay lugar para la logística, ninguno.Fíjense hasta que límites rozamos la vacuidad que ni tan siquiera recurren a sus propios tópicos, a esos lugares comunes tan socorridos de, por ejemplo, el Corredor Mediterráneo. Ni siquiera. Para qué.En esta tesitura y porque siguen pasando las semanas, le tengo que decir el topicazo Señor Ábalos, hay que regresar a la esencia, a la verdad desnuda, se lo tengo que recordar aunque me abrase las venas la topicacitis crónica: “Cómo se nota que las mercancías no votan, cómo se nota”.