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A por Puertos del Estado

No sé si les ha pasado alguna vez el levantarse un viernes, con la pereza de que es el final de la semana laboral y la paz de saber que sí, hoy sí, será un día tranquilo, porque tienes la agenda controlada, has adelantado gestiones y, además, ¡hace bueno! #HappyFriday y cuando llegas al trabajo...  ¡Vorágine de temas! La actualidad te zarandea y despabila de golpe y porrazo (¿les parece  que esta frase es muy viejuna?), porque la información veraz (subrayo lo de veraz y confirmada) tiene su propio ritmo, no conoce de horarios ni de días de la semana. 

  • Última actualización
    25 febrero 2020 10:06

Y así comencé mi día el viernes, con la alegría de saberme anunciadora (junto con mis compañeros de Madrid) de una gran noticia (Francisco Toledo propuesto como nuevo presidente de Puertos del Estado tras la salida de Salvador de la Encina que será cesado mañana) y la responsabilidad de hacerlo lo más rápido posible. Y así lo hicimos.

Ahora, tras superarse esos primeros momentos de estallido informativo, llega el momento de reflexionar sobre la decisión tomada por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Francisco Toledo tiene un perfil completo forjado durante los últimos cuatro años al fuego portuario. Dualidad académica y política con el extra (importante recordarlo) de su experiencia en el día a día de la gestión de un puerto de interés generalque ha tenido que lidiar con problemas y retos de primer nivel tales como: las deudas acumuladas en años precedentes o la falta de servicios (como la Aduana o el PIF que restaban competitividad al puerto). Además, ha mediado siempre que le ha sido posible para que la paz social se consolidara en los muelles. Ha hablado con los estibadores, con las concesionarias, con quien ha hecho falta. 

Dicen que si con él Ábalos llena el ministerio con demasiada savia valenciana... Bueno ¿y si es así qué? ¿Tanto miedo les damos? De verdad, confirmado, no mordemos. Así que, a todos los escépticos, esperen a ver qué gestión se realiza y luego, si se le puede poner un pero, pónganlo. 

Mientras tanto, le deseo todo lo mejor a Paco Toledo en esta nueva etapa (y sí, todavía queda que lo nombren mañana, que el BOE lo recoja y todo eso, soy consciente). 

Y cambiando de tema, ¿no les parece curioso/inquietante que en la protesta que están realizando los agricultores españoles para denunciar la grave situación en la que se encuentran por los bajos precios en origen y la falta de rentabilidad que soportan las explotaciones, hablen de regular precios (¡regular precios, gente!) y no salten las alarmas? ¿Ande está Competencia?

Hace unos días, retomábamos el pulso al caso de la denuncia de Competencia contra la comunidad logística valenciana y ahora, tanto los políticos como los agricultores, hablan de precios mínimos que asuman los costes de producción para evitar el dumping y no aparece Competencia. 

Que el dumping no es legal es obvio pero, entonces, ¿por qué Competencia persigue al transporte y asevera que no hay libertad en el mercado si se establecen unos costes mínimos reales para hacer recomendaciones de precios (recuerden que llamaron la atención al ministerio por hacerlo) y ahora se queda al margen? ¿Qué tienen de diferente un agricultor de un transportista? ¿Acaso no son personas profesionales las dos con sus costes de producción, sueldo, etc.? ¿Acaso el dumping no es dumping estés en el sector que estés? 

Si ponemos un precio mínimo para el kilo de tomates habrá que ponerlo para la tonelada transportada (t/km). ¿No les parece? Quizá, gracias a conocer estas cifras de costes, los consumidores (cargadores) veríamos lo que pagamos, lo que queremos pagar y lo que deberíamos pagar y nos concienciaríamos porque, en algún momento, tendremos que decir basta al low cost porque en realidad el low cost no existe, alguien lo paga por ti, y todos lo sabemos.