VALENCIA. En 2024, el Aeropuerto de Valencia superó su capacidad nominal, una situación que “compromete gravemente su eficiencia y se traduce en un importante coste de oportunidad económico, empresarial y de posicionamiento internacional para la provincia de València y para el conjunto de la Comunitat Valenciana”, según el último informe de Cámara Valencia, una situación que podría provocar la pérdida de parte de los flujos de carga actuales.
Dicho estudio advierte de un riesgo de colapso operativo si no se acomete una ampliación urgente. Esta situación impacta en las 56.954 empresas valencianas que dependen del transporte aéreo, “que se enfrentan ya a sobrecostes logísticos y pérdida de eficiencia en sus cadenas de suministro, lo que las hace menos competitivas a nivel internacional”, tal y como afirma la entidad cameral.
Aunque el informe reconoce que el recinto “no sufre saturación en el transporte de mercancías”, Cámara Valencia es partidaria de “mejorar su infraestructura de carga” para mejorar su competitividad frente a otros aeropuertos.
La Comunidad Valenciana concentra clusters industriales estratégicos como el agroalimentario, la cerámica en Castellón, el textil en Alicante, o el automóvil en Valencia, entre otros. Con este contexto empresarial el aeropuerto de Valencia gestionó una carga aérea de mercancías de 12,8 millones de kilogramos en 2024, con un predominio de envíos al extranjero (8,07 millones de kilogramos). Los principales destinos extranjeros fueron Alemania, con 4,34 millones de kilogramos, Bélgica, con 1,39 millones, Italia con 1,35 millones y Francia con 0,49 millones de kilogramos. Dentro del territorio nacional se transportaron 4,8 millones de kilogramos de carga con destino Vitoria, Madrid y Barcelona como principales destinos.
Las últimas cifras hechas públicas por AENA indican un crecimiento en el tráfico de mercancías del 1,3%, hasta los 7.756.654 kilogramos de carga entre los meses de enero y julio. Esto supone que el Aeropuerto de Valencia es el sexto de toda España en carga.
Para Cámara Valencia, “el aeropuerto de Valencia es una infraestructura crítica para la competitividad de las empresas valencianas, especialmente durante el transporte internacional de algunos productos perecederos, los cuales requieren cadenas de frío y tiempos de tránsito reducidos, productos farmacéuticos y productos médicos, productos destinados a mercados premium, productos de empresas tecnológicas y de electrónica o determinados componentes para la automoción, entre otros”.
El informe concluye que, de no acometerse la ampliación, “se produciría el desvío de operaciones hacia otros aeropuertos, lo que ocasionaría sobrecostes a las empresas exportadoras valencianas que dependen del tráfico aéreo”.