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Camioneros: víctimas del Brexit, del COVID, de la burocracia y de los intereses políticos

Ayer, al cierre de esta edición y según las distintas fuentes empresariales y asociativas consultadas por este Diario, la situación de los conductores de camión en la frontera entre Reino Unido y Francia seguía mejorando, con un volumen de camioneros muy importante ya liberado, si bien para los que aún permanecían atrapados la situación seguía siendo caótica y de desamparo.

  • Última actualización
    29 diciembre 2020 00:22

Se cumplían ayer 8 días desde la decisión del Gobierno de Francia de cerrar la frontera con Reino Unido ante la aparición de una nueva cepa del COVID-19, lo que provocó a lo largo de los días sucesivos que más de 10.000 camioneros quedaran atrapados en la frontera a la espera de poderse hacer un test que les permitiera regresar al continente.

Inicialmente las autoridades prometieron hacer más de 300 test a la hora para en unas 30 horas haber solucionado el colapso y dar salida a los conductores. No obstante, es ya sabido que la gran parte de los conductores atrapados, entre ellos numerosos españoles, tuvieron que pasar la Nochebuena y el día de Navidad muy lejos de sus familias, dramática situación si a esto unimos la falta de alimentos o de instalaciones de higiene que han sufrido muchos de ellos.

Pese al inicio de los test, pese a que Francia eliminó las restricciones a la circulación por el interior de su territorio durante la Navidad y pese a que los ferris tampoco cesaron su actividad durante las fiestas, se calcula que este fin de semana aún faltaba por regresara España un 25% de nuestros conductores, según asegura Ramón Valdivia, director general de la patronal ASTIC, una situación que se ha ido normalizando desde ayer aunque como afirma Dulsé Díaz, secretario general adjunto  de CETM, aún quedan conductores atrapados en una situación aún complicada, al tiempo que en estos días no se ha cerrado la frontera ante la necesidad de seguir abasteciendo al Reino Unido, con lo que nuevos conductores han seguido quedando atrapados.

Hay que recordar que, de momento, la exigencia de Francia de un test negativo en COVID para poder entrar en el país desde Reino Unido está en vigor hasta el 6 de enero, con lo que la raíz del problema sigue en pie. Sí es importante señalar, por contra, que la firma definitiva del Acuerdo Comercial entre la UE y Reino Unido para poner punto y final al Brexit deja exentas de aranceles a la práctica totalidad de mercancías, por lo que la necesidad de sobrestocar antes del 31 de diciembre ha cesado, lo que va a ayudar a regularizar los tráficos en estos días y a disminuir la presión y la congestión.

Desde CETM y ASTIC se pone el énfasis en que la Navidad, con el exceso de consumo, y el Brexit, con la necesidad de sobrestocar para evitar aranceles antes del 1 de enero, han ayudado al caldo de cultivo para el colapso desde el 20 de diciembre en la frontera de Reino Unido. No obstante, ambas patronales señalan como única responsable de la situación vivida por los transportistas a Francia, que no sólo tomó la decisión unilateral de cerrar la frontera y exigir una PCR negativa, sino que, por vez primera durante toda la pandemia y por vez primera en un país de la UE, incluyó en dicha restricción de paso a los transportistas, soslayando toda la política comunitaria de libre tránsito y de corredores verdes para facilitar el abastecimiento.

Desde ASTIC, Ramón Valdivia denuncia en declaraciones a Diario del Puerto la “hipocresía total” de Francia, que en su momento lideró la Alianza de la Carretera bajo los principios de la defensa social de los trabajadores de transporte, algo que ahora, según Valdivia, les ha importado bien poco.

Por su parte, desde CETM, Dulsé Díaz ha denunciado el “sinsentido” de la decisión de Francia y el grave perjuicio ocasionado sin importar el respeto a las normativas europeas para respetar la actividad del transporte y su papel clave en el abastecimiento.

Por vez primera durante toda la pandemia y por vez primera en un país de la UE, se incluyó en las restricciones de movilidad a los transportistas, soslayando Francia toda la política comunitaria de libre tránsito para garantizar el abastecimiento

DESAMPARO TOTALEn representación de los cientos de transportistas españoles que quedaron atrapados y que siguen atrapados en la frontera entre Reino Unido y España, las principales asociaciones de empresas de transporte por carretera de España han alzado la voz para criticar duramente el papel del Gobierno español en todo el conflicto. Desde CETM, en declaraciones a Diario del Puerto, se habla de “desamparo total”, mientras que desde ASTIC se denuncia lo que ha sido un “silencio atronador”.Ambas patronales señalan que sí ha habido en estos días un diálogo fluido con la Dirección General de Transporte Terrestre para poner en marcha las medidas a su alcance, como ha sido la flexibilización de los tiempos de conducción y descanso entre el 15 de diciembre y el 13 de enero para facilitar la vuelta a casa cuanto antes de los conductores atrapados.No obstante, a nivel político e institucional tanto desde CETM como desde ASTIC se denuncia que el Gobierno español ha estado totalmente ausente de un conflicto de enorme calado.Las críticas son muy duras contra el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, no sólo por no haber intercedido públicamente ante el Gobierno francés y comunitario por la situación de los transportistas españoles, sino por “ni siquiera haber tenido un gesto” ante la opinión pública de solidaridad con los camioneros españoles.Igualmente también hay críticas contra el Ministerio de Asuntos Exteriores por la “nula reacción diplomática” y la tardanza y escasez de la ayuda consular aportada a los conductores.Como ejemplo de buen hacer se pone al Gobierno de Polonia y su envío de un equipo de 30 médicos que hicieron 1.200 test en 24 horas y facilitaron la salida de los conductores polacos.

LOS DATOS

 10.000Se estima que alrededor de 10.000 conductores con sus respectivos camiones quedaron atrapados desde el domingo 20 de diciembre en Reino Unido sin poder cruzar a Francia tras el cierre de la frontera.1.200Se estima que en torno a 1.200 conductores atrapados eran camioneros españoles o pertenecientes a empresas españolas.15.000Se calcula que hasta ahora se han hecho unos 15.000 test a los conductores para obtener autorización de paso.36Según diversas fuentes, sólo se registraron en estos test 36 positivos.

La UE y Reino Unido firmaron el Acuerdo de Comercio el 24 de diciembre. EL COVID, EXCUSA PARA FINIQUITAR EL BREXITDesde el ámbito asociativo empresarial español existe el convencimiento de que el transporte por carretera ha sido en esta última semana un peón más que sacrificar en el tablero de la geopolítica europea, utilizado como herramienta de presión para forzar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Reino Unido con el fin de dar una salida definitiva al Brexit.Así, tras la decisión del Gobierno de Francia, de cerrar la frontera por la nueva cepa del COVID-19 y de no permitir ni siquiera el paso de los transportistas, habría estado la inminencia del 31 de diciembre como fecha tope para cerrar el acuerdo comercial post Brexit entre la UE y Reino Unido y la necesidad de hacer presión ante la opinión pública británica y de crear en ella un caldo de cultivo suficientemente tensionado como para asumir las teóricas cesiones del premier británico Boris Johnson.De esta forma se interpreta que, incluso con la connivencia del resto de potencias europeas, Francia habría tomado la decisión de cerrar las fronteras y, con ello, forzado la maquinaria para dar el último empujón a las negociaciones con Reino Unido y así lograr por fin la firma del acuerdo comercial el pasado 24 de diciembre. Los camioneros en particular y el transporte por carretera en general habrían sido, por tanto, meros daños colaterales en esta estrategia para forzar el acuerdo.El Acuerdo de Comercio y Cooperación al que finalmente llegaron el 24 de diciembre la UE y Reino Unido consta de tres pilares principales: un Acuerdo de Libre Comercio bajo el principio de una nueva asociación económica y social con el Reino Unido; una nueva asociación para la seguridad de los ciudadanos; y un acuerdo horizontal sobre gobernanza bajo el principio de un marco para resistir el paso del tiempo.En el caso concreto del Acuerdo de Libre Comercio abarca no solo el comercio de bienes y servicios, sino también una amplia gama de ámbitos de interés para la Unión Europea, como la inversión, la competencia, las ayudas estatales, la transparencia fiscal, el transporte aéreo y por carretera, la energía y la sostenibilidad, la pesca, la protección de datos y la coordinación de la seguridad social.Hay que destacar que en él se establece la exención de aranceles y contingentes para todas las mercancías que cumplan las normas de origen adecuadas.Por lo que se refiere al transporte, el Acuerdo prevé una conectividad continua y sostenible en los sectores aéreo, por carretera, ferroviario y marítimo, si bien el acceso al mercado se sitúa por debajo de lo que ofrece el mercado único. Se incluyen disposiciones para garantizar que la competencia entre los operadores de la Unión Europea y del Reino Unido se desarrolle en igualdad de condiciones, de modo que no se menoscaben los derechos de los pasajeros, los derechos de los trabajadores ni la seguridad del transporte.

Los profesionales tachan de “odisea” e “infierno” lo vivido. CIVISMO Y SOLIDARIDAD, A PESAR DE TODOSi hay dos palabras que pudieran definir la situación que vienen sufriendo miles de transportistas durante estos últimos días en el Reino Unido son las de civismo y solidaridad.Civismo de los conductores que, a pesar de las condiciones que han tenido que soportar y de no poder celebrar la Nochebuena y Navidad con sus familias, han sabido mantener el tipo y han hecho gala de un comportamiento ejemplar.Y solidaridad de cientos de ciudadanos británicos, que en la medida de sus posibilidades han suministrado alimentos y bebidas a unos transportistas que han estado bloqueados durante días en las carreteras sin que nadie aportara soluciones.Los profesionales del transporte con los que ha podido contactar Diario del Puerto tachan de “odisea” e “infierno” la situación que les ha tocado vivir.El momento de mayor tensión se vivió cuando trasladaron a unos 4.000 camiones desde el puerto de Dóver hasta los aeropuertos cercanos. “Nos prometieron acceso a servicios básicos y test PCR para poder seguir con nuestros viajes, pero nunca se realizaron. Había cuatro baños para todos”, denuncian.Sin embargo, los transportistas han hecho gala de un comportamiento ejemplar durante todos estos días, a pesar del medio litro de agua y un pastel diario que las autoridades les suministraron y a pesar de no tener acceso a duchas ni baños. “Incluso tuvimos que soportar las amenazas de las autoridades inglesas, que nos advertían que nos multarían si movíamos los camiones”, afirman los transportistas consultados, que además aseguran que la policía inglesa “no tenía ni idea de nada durante los primeros días”.Esta situación se ha visto agravada por el confinamiento al que está sometida parte de la población de la zona sur del Reino Unido, situación que impedía a los propios transportistas abastecerse en comercios de la zona.Con todo, hubo algunos transportistas “afortunados” que han pasado el bloqueo en áreas de servicio y parkings vigilados, donde sí han tenido acceso a servicios de restauración y baños.No obstante, si los camioneros han podido sobrellevar esta situación ha sido en parte gracias a la solidaridad de cientos de ciudadanos británicos, que durante estos días han suministrado comida, bebida y artículos de primera necesidad a los transportistas.“Desde aquí queremos lanzar un mensaje de agradecimiento a los ciudadanos británicos que nos han ayudado en esta situación”, aseguran las fuentes consultadas.