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Bizkaia implantará de forma “progresiva” el peaje a camiones frente al rechazo del sector

La implantación de peajes a los vehículos pesados en algunos corredores viarios de Bizkaia se acometerá “de forma progresiva y con el máximo consenso posible” tanto con el sector afectado como en el de otros colectivos sociales, según el proyecto de Norma Foral de Carreteras de Bizkaia que la pasada semana pasó el penúltimo trámite en las Juntas Generales antes de su aprobación definitiva en pleno.

  • Última actualización
    17 septiembre 2021 13:39

El texto normativo aborda fundamentalmente aspectos relacionados con la planificación y la explotación de las carreteras. Por lo que respecta a la planificación de la red viaria vizcaína, el texto ofrece una nueva jerarquización de las carreteras e introduce aspectos de financiación de las mismas que ya están incorporados, ya sea vía presupuestos o vía usuarios (peajes),

Así, la Cámara vizcaína insta a la Diputación a que implante este modelo de peajes “de manera progresiva”, buscando “el máximo consenso político y la colaboración del sector del transporte por carretera”, de tal manera que permita, “tanto dar respuesta al mandato de las Juntas Generales de Bizkaia de enero de 2019 como solucionar las disfunciones actuales del tráfico de vehículos pesados, en los ejes norte-sur (N-240 Arratia y BI-625 Aiala-Nerbioi) y este-oeste (N-636 Kanpazar y N-637 Txorierri) de Bizkaia”.

 

Impacto en la red viaria

El Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia calcula que con los peajes, unos 4.000 camiones que hoy circulan en un día laboral por vías comarcales se incorporarían a la red de alta capacidad, lo que supondría más de 1 millón al año.

El trasvase de camiones a la alta velocidad aliviaría el tráfico en el corredor del Txorierri “tanto como si se construyera un nuevo carril, quitar uno de cada dos camiones que circulan por el valle de Arratia y  restar de un paraje natural como el puerto de Kanpazar uno de cada tres vehículos pesados”. Según sus estimaciones, el impacto por reducción de accidentalidad y mejora de la seguridad vial se traducirá en una reducción de un 10,2% de accidentes y, además, se reducirán las emisiones un total de 7.140 toneladas CO2 al año, una reducción superior al 12,8% de las emisiones causadas por el transporte de mercancías.

También se estima una reducción del 12,8% de los kilómetros recorridos gracias a los trasvases hacia los grandes corredores y de 1,9 millones de horas de conducción al año para el transporte de mercancías.

 Según la Diputación, el ahorro en el coste directo asociado para las empresas del sector superará los 51 millones de euros y los ahorros en consumo de gasoil no realizado ascenderán a 6,3 millones de euros.

La Diputación Foral desea solucionar “las disfunciones actuales del tráfico de vehículos pesados” en los ejes norte-sur (N-240 Arratia y BI-625 Aiala-Nerbioi) y este-oeste (N-636 Kanpazar y N-637 Txorierri) de Bizkaia

EL DATO

4.000La Diputación Foral de Bizkaia calcula que con los peajes, unos 4.000 camiones que hoy circulan en un día laboral por vías comarcales se incorporarían a la red de alta capacidad, lo que supondría más de 1 millón al año.

Medida “discriminatoria”Ante la aprobación inicial del Proyecto de Norma Foral, la Asociación de Transportistas Autónomos Vascos (Asotrava) reiteró su oposición al mismo, tal y como ya trasladó el pasad mes de julio al diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. La secretaria técnica de Asotrava, Amaia Martínez, calificó la medida como meramente “recaudatoria” para cubrir el déficit general de las cuentas públicas e “ilegalmente discriminatoria”, al no ir dirigida a todos los usuarios de las vías “sino que se pone únicamente en la diana al transporte pesado de mercancías, restando competitividad al transporte vizcaíno frente a otros territorios y comunidades”. “De seguir adelante con esas medidas, el sector en su conjunto estudiará la posibilidad, en su caso, de acudir a los Tribunales”, advirtió Martínez.

Por su parte, la Asociación Empresarial de Transportes de Bizkaia (ASETRABI) mostro en su momento, a través de su presidenta Sonia García, su frontal oposición ante cualquier iniciativa de este tipo por considerarla “injusta y discriminatoria”.

Sistema de pago por uso “para resolver los desequilibrios”La Diputación Foral de Bizkaia plantea “desde el consenso político y social” la puesta en marcha de un sistema de pago por uso “que permita resolver los desequilibrios y avanzar hacia un modelo más eficiente, en línea con las políticas más avanzadas de gestión y descarbonización del transporte de mercancías por carretera”.

El sistema de pago por uso que plantea el ente foral persigue incentivar a los grandes camiones de más de 3,5 toneladas a utilizar las vías de alta capacidad, “un sistema altamente implantado ya en toda Europa que se ha demostrado eficaz y va a contribuir decididamente a reducir las consecuencias negativas de los desequilibrios que se producen actualmente en vías como la N-240, BI-625 y el Corredor de Txorierri, así como a reducir las emisiones de CO2 y mejorar la seguridad en la red viaria”, según el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, quien defiende la necesidad de poner en marcha “un modelo que permita una utilización más racional de la red; internalizar los costes externos derivados del uso indebido de las infraestructuras por parte del tráfico de vehículos pesados; recuperar los costes de conservación y gestión de las carreteras (88,6 millones de euros al año en Bizkaia), y garantizar la igualdad de oportunidades independientemente del origen/destino de las mercancías”.

 

Otoño de 2022

El sistema prevé la colocación arcos de control con sistema free-flow, equipados con detectores de tránsito e identificadores de vehículos para poder aplicar un canon sin necesidad de detener el tráfico. Los arcos destinados exclusivamente a los grandes camiones se instalarán de manera gradual en las vías N-240, BI-625, N-636, A-8 y Txorierri.

La Diputación  Foral de Bizkaia estima que será necesaria la instalación de manera gradual de cerca de una treintena de arcos de control en las carreteras citadas. El sistema podría entrar en funcionamiento, al menos parcialmente, en otoño del próximo año 2022.

 “Debemos encontrar un buen equilibrio entre el uso eficiente de la red de carreteras, su reordenación y la competitividad del sector del transporte de mercancías en Bizkaia, que no debe verse penalizado”, subraya Pradales.