BARCELONA. La liberación del peaje de la autopista AP-7 en Cataluña en Septiembre de 2021, tras más de 50 años de concesión privada, ha supuesto un incremento importante en la utilización de dicha infraestructura por parte de los usuarios tanto particulares como profesionales, que según los datos publicados por la Dirección de Transit de Cataluña ha supuesto un incremento en un 26% en el caso de turismos y de un 36% en el caso de los vehículos pesados, aunque dicho incremento no se ha producido de forma homogénea en toda la autopista como consecuencia de la liberación de otras vías de alta capacidad, como es el caso de la autovía C-33 que discurre paralela a la AP-7.
Ello se ha traducido en una mayor congestión de la vía y el aumento de la frecuencia y duración de las retenciones a lo largo de casi todo su recorrido, lo que ha obligado al Gobierno catalán a aprobar un Plan de Intervención sobre dicha autopista, para el período 2023-2025, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir el número de incidentes que se producen en la misma.
“Una vez más la Dirección de Transit apunta su ‘diana restrictiva’ hacia el sector del transporte por carretera, al establecer nuevas limitaciones sobre los 15.000 vehículos pesados que diariamente transitan por la autopista, en algunos casos perpetuando algunas de las medidas más polémicas puestas en marcha estos últimos años, como la de obligarles a circular ‘en fila india’ que ahora se impondrá diariamente, en vez de los domingos y festivos como hasta la fecha se venía acordando”, ha explicado Fenadismer, que considera “desproporcionadas e irracionales dichas medidas limitativas, teniendo en cuenta además que a diferencia de los turismos, los camiones están obligados a circular por la autopista, sin que se les permita transitar por las carreteras nacionales pese a la menor afluencia de vehículos que transitan por ellas tras la eliminación del peaje en la autopista”.