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carretera · El Think Tank Movilidad identifica la multimodalidad, la financiación, la transición energética, la fiscalidad y la regulación como claves del transporte futuro

CINCO ejes para un transporte sostenible

El Think Tank Movilidad, de la Fundación Corell, ha elaborado un amplio documento en el que identifica cinco ejes para garantizar un transporte sostenible.

madrid. Elaborado por Juan Miguel Sánchez y por Josep María Fortuny, el trabajo del Think Tank Movilidad identifica la multimodalidad, la financiación, la transición energética, la fiscalidad y la regulación como esas cinco claves del transporte futuro.

A este respecto y como principales conclusiones, el estudio desarrolla una serie de recomendaciones en torno a cada uno de los cinco radios, ampliamente desarrollados en el presente reportaje.

Entre esas recomendaciones se expone que “para potenciar el ferrocarril de mercancías es necesario ir urdiendo una tupida red de implicaciones público-privadas de amplio espectro, con participación variada de administraciones, entes públicos y sociedades de los diferentes modos de transporte.

Respecto a la financiación y a los fondos europeos “una evaluación del uso de los fondos se considera fundamental”.

En cuanto a la transición energética y la ecológica, se alerta de que la “desincronización de los calendarios de la administración y la disponibilidad de las tecnologías produce mucha zozobra y costes que perjudican a las empresas además de a la transición”, incidiéndose en que “una visión amplia del proceso requiere abordar todas las reducciones posibles de emisiones sin demonizar a priori ninguna opción”.

En cuanto a la regulación, se pone el énfasis en el Proyecto de Ley de Movilidad y se hace hincapié en que “si no faltan herramientas para impulsar la movilidad, entonces es que falta voluntad política”, que debería reimpulsarse con un encuentro de la conferencia sectorial liderada por el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, pero con el máximo respeto a todas las competencias autonómicas y locales.

Por último, y respecto a la fiscalidad, se pide revisar con mucho cuidado la implantación de los derechos de emisión en el transporte por carretera.

Crecimiento armónico

Para el Think Tank Movilidad, estos cinco ejes “pueden traer oportunidades de ordenación y crecimiento armónico, pero conllevan retos indudables que merecen un debate sereno, la aportación científica y el consenso político y social para que no pongan en riesgo ni a las empresas ni al empleo”.

Ferrocarril: hay que dar seguridad y previsibilidad

El primer eje fundamental para el impulso de la sostenibilidad en el transporte es, según el Think Tank Movilidad, el desarrollo de la multimodalidad.

Según el estudio, “a veces, resulta descorazonador contemplar las dificultades tan magnas y los resultados tan escasos que el transporte ferroviario afronta y recoge en nuestro país”. Sin embargo, se recuerda que esto “no es fruto de los operadores de este modo, sino que la complejidad en esta actividad es de tal magnitud que requiere grados elevados de compromiso político y de recursos”.

Para el Think Tank Movilidad, “solo la alianza público-privada puede torcer el actual declive del ferrocarril”, de ahí que se considere que “uno de los elementos más importantes en este proceso de apoyo al desarrollo del transporte ferroviario de mercancías consiste en la implicación pública y privada del transporte marítimo, puertos, navieras y transitarios; sus movimientos estratégicos en los últimos tiempos han depositado esperanzas en la reanimación del sector ferroviario”.

Según el estudio, “los planes de puertos estratégicos de España y Portugal, como también de empresas energéticas multinacionales que han apostado por ser clientes del ferrocarril en múltiples mercados , en alianza con el transporte por carretera y la logística, puede ser la oportunidad para lograr avanzar en la mejora y crecimiento del modo ferroviario”.

A partir de aquí, se considera muy positivamente en el apartado de infraestructuras que la Travesía Central Pirenáica vuelva a cobrar fuerza en el marco de la Alianza Europea por el Desarrollo de los Corredores Ferroviarios.

En cuanto a la gestión, se aplaude la alianza estratégica entre Renfe Mercancías y MSC, si bien se considera que “debería quedar abierta, además, la posibilidad de dar entrada en ese tipo de alianzas a otros posibles socios industriales, cargadores, logísticos o empresas transportistas de carretera para reforzar su interés y compromiso de subir mercancías al tren”.

En este contexto, desde el Think Tank Movilidad se subraya en el estudio que “si queremos más tamaño en el ferrocarril de mercancías hay que dar seguridad y previsibilidad a este modo, y apostar por poner presupuestos, cumplir calendarios e invertir en infraestructuras” y “allí donde se detecten carencias, no dudar en abordar una reforma legislativa”.

Fiscalidad: pago por uso consensuado

Con respecto a la fiscalidad, el Think Tank Movilidad recuerda cómo España finalmente consensuó con la Unión Europea no aplicar el pago por uso en las vías de alta capacidad españolas, argumentando, entre otros factores, la propia inclusión del transporte de mercancías por carretera a partir de 2027 en el sistema de comercio de derechos de emisión.

“No resulta rechazable este avance hacia la inclusión del transporte por carretera en este sistema. Sin embargo, las dificultades futuras o la posible escasez de derechos de emisión en el funcionamiento del nuevo sistema de comercio están por ver”, se subraya en el estudio, que insiste en la necesidad de reflexionar ampliamente en el pago por uso, ya que se considera que antes o después se volverá a la carga con su aplicación.

De acuerdo con el estudio elaborado por el Think Tank Movilidad, “quizá en un futuro no muy lejano, la caída de ingresos por impuesto especial de hidrocarburos vuelva a resucitar el debate sobre si peajes sí o peajes no, y de qué manera”.

“Mientras tanto hay que ir adelantando reflexiones que encaucen el debate”, se insiste en el documento elaborado, siendo lo más importante a este respecto la necesidad actual de “ir despejando las dudas”.

Regulación: visión “objetiva, amplia y participativa”

Otro factor esencial para el impulso de un transporte sostenible es la vía regulatoria, con el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible como iniciativa de referencia, según el Think Tank Movilidad, que defiende la necesidad de “un mayor impulso político para el proyecto mediante una conferencia sectorial con las comunidades autónomas y entes locales ya que sin ellos no hay desarrollo legislativo ni materialización posible de la norma”.

Se fijan tres grandes objetivos para el Proyecto de Ley: “ aportar una visión objetiva, amplia y participativa respecto al tratamiento de los servicios de transporte a los que se les impone unas obligaciones de servicio público (OSP); abordar una preocupación, desde el Estado, de la movilidad urbana y metropolitana, a la luz de los grandes desafíos de servicios y tecnologías, plataformas y vehículos; y dar un nuevo impulso a aspectos cruciales en la logística y el transporte, principalmente a lo que intermodalidad se refiere; a la vez que tratar de aportar aspectos de coordinación en la estratégica y compleja distribución urbana”.

En este contexto, según el Think Tank Movilidad “se requiere un planteamiento más decidido en el ámbito del transporte de mercancías y logística, falto hasta el momento de una orientación política reflejada en un instrumento de rango legal estatal”.¡

Se lamenta que la Ley de Logística proyectada en su día en el marco de la Estrategia Logística “no dejó ningún fruto tangible”.

Los programas de financiación pública “deben continuar”

El Think Tank Movilidad pone el énfasis en los Fondos Next Generation, dado que han supuesto “una vía de financiación sin parangón por su volumen”.

A este respecto, se evidencia la necesidad de una evaluación del verdadero impacto de dichos fondos, destinados en un gran porcentaje al sector del transporte y la movilidad. “Es necesario conocer, sacar conclusiones, emitir recomendaciones y sugerencias, y aprender de las mejores prácticas emanadas de la experiencia adquirida de la aplicación de los fondos”, se destaca.

Ahora bien, en el estudio se destaca que una vez consumidos los fondos “la financiación pública debe continuar”. Se defiende “la continuidad en la financiación pública de las cuantiosas inversiones que deben acometer las empresas para hacer frente al reto de la transición energética y para desarrollar mejoras en el ámbito tecnológico que favorezcan un comportamiento sostenible y eficiente”, máxime “cuando determinadas líneas de financiación derivadas del mecanismo de recuperación y resiliencia no han podido alcanzar plena aplicación al carecer de disponibilidad tecnológica efectiva”.

Transición energética: desacoplamiento entre la agenda europea y el progreso tecnológico

En el marco de sus trabajos previos, en este estudio el Think Tank Movilidad se reafirma en la necesidad de “remarcar la problemática que supone la atomización del sector del transporte para garantizar un ritmo sostenido en la transformación, así como arbitrar mecanismos que permitan amortiguar sus efectos negativos; acometer programas de financiación del cambio energético, más allá de los fondos ya distribuidos prácticamente en su totalidad provenientes del mecanismo Next Generación; actuar mediante planes de establecimiento de estaciones de carga (electrolineras), aspecto trascendental en el que deben centrarse los esfuerzos de las administraciones con el fin de garantizar la viabilidad del proceso; y continuar con la neutralidad tecnológica de la administración, que no está reñido con impulsar opciones que deben ser tenidas en cuenta en el periodo de transición energética. El recurso a los combustibles ecológicos (biocombustibles) debe contemplarse en el periodo de transición sino con carácter estable, como un camino practicable para conseguir los objetivos de descarbonización en los horizontes marcados por la UE”.

Se subraya en todo caso que “es cada vez más patente el desacoplamiento entre los calendarios marcados en las agendas europeas y el progreso de la tecnología y las infraestructuras”, al tiempo que se insiste en “reclamar neutralidad tecnológica con la adopción de todas las tecnologías disponibles”.