madrid. Tal y como viene informando estos días Diario del Puerto, la Dirección General de Transporte Terrestre ha anunciado la composición del nuevo CNTC para el periodo 2022-2025, su sexta renovación desde su fundación en 1998, por lo que se cumplen 24 años de un órgano de interlocución sectorial que no tiene parangón en el sector logístico.
En la actualidad, ningún subsector empresarial logístico tiene articulada de una manera tan procedimentada y tan pretendidamente democrática su interlocución ante la Administración como el sector del transporte de mercancías por carretera.
La existencia de un órgano colegiado, regulado en el ROTT, donde las patronales acreditan su representatividad y el Gobierno la avala con el establecimiento de una mesa de interlocución permanente, no se da en otro ámbitos logísticos, aún cuando estos 24 años han demostrado las ventajas en la interlocución y mejora del sector por encima de cuestiones perfectibles, que las hay.
Muy probablemente, el hecho de que el CNTC no haya sido imitado radica en que en ningún otro subsector logístico se da una pluralidad tan grande de patronales, especialidades y dimensiones empresariales, sin obviar la permanente presencia sobre la mesa de peticiones irresolubles que mantienen con vigor la necesidad del Comité como órgano indisoluble.
En otros subsectores, la existencia de patronales únicas, o a lo sumo dos, diluye el aspecto de acreditación cuasi “electoral” que caracteriza al CNTC, al tiempo que en dichos subsectores, algo menos intensivos en demandas, los problemas son tratados en mesas ad hoc.
No sucede así en el sector de la carretera, donde esa pluralidad patronal queda perfectamente acreditada en el propio devenir del CNTC y su composición, con una foto panorámica bien definida y sin grandes alteraciones en los equilibrios de fuerzas entre asociaciones.