El proceso de renovación del Convenio Colectivo de Transporte de Mercancías de Castellón se mantiene en punto muerto después de diez años.
Tal y como ha podido confirmar Diario del Puerto, el último documento oficial que debe regir las relaciones laborales entre las empresas de transporte de mercancías de la provincia de Castellón y sus trabajadores se rubricó en el año 2008, y tenía una validez de dos años. En el año 2011, se acordaron unas nuevas tablas salariales, aunque no se llegó a renovar el convenio en sí.
A inicios de este año se volvieron a retomar las negociaciones, que quedaron interrumpidas como consecuencia de la declaración del estado de alarma provocado por la pandemia del Covid-19. Por el momento, y tal y como reconocen fuentes de la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM) consultadas por este Diario, el proceso ha quedado en suspenso “hasta que no se aclare la situación actual que vivimos”. Estas mismas fuentes ven “complicado” que puedan volver a retomarse los encuentros “a lo largo de lo que resta de este año 2020”.
Las empresas buscan un convenio que se adapte a los últimos cambios normativos que ha sufrido el sector de la carretera en los últimos 10 años
EL DATO
10 añosDesde que en 2010 finalizara la vigencia del Convenio Colectivo, empresas y sindicatos no han firmado un nuev documento para el sector en la provincia de Castellón.
Entre 2010 y 2020 han pasado diez años en los que el sector del transporte de mercancías por carretera ha estado en constante transformación, sobre todo en materia de nueva legislación, tanto nacional como europea.
Inicio de la negociación
En julio 2015, según la versión empresarial, se convocó un encuentro de la mesa de negociación del convenio, que finalmente no se produjo “por la incomparecencia de la parte sindical”. Tres años después, los sindicatos, encabezados por UGT, denunciaron ante la Inspección de Trabajo a la ACTM “después de estar ocho años sin negociar las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras del sector”, una situación que afecta a alrededor de 200 empresas -la mayoría pymes- y alrededor de 5.000 trabajadores.
Por su parte, el Sindicato Nacional de Conductores Asalariados (SINACOAS) también ha denunciado esta situación. Carlos Coy, secretario general de la organización, insta a la patronal y a los sindicatos mayoritarios a “lograr un acuerdo de una vez” después de diez años “sin ningún tipo de avance”. Coy es partidario de que se rubrique un convenio “que mejore realmente las condiciones de trabajo de los conductores”, y pide que se reduzcan las diferencias de salarios con otros profesionales de provincias limítrofes, una situación “que crea situaciones de competencia desleal”.
Plataformas de negociación
Desde 2018, tanto empresas como sindicatos se han estado intercambiando plataformas de negociación, en la que se han ido avanzando en diferentes aspectos. “Cuando llegamos a enero y febrero de este año el principal escollo era el tema salarial”, reconocen las fuentes empresariales consultadas.
Sin embargo, desde la ACTM inciden en que los cambios de los últimos diez años deben estar reflejados y plasmados en el nuevo convenio. “Aspectos como la prevención de riesgos laborales, el derecho de las empresas a la formación periódica de sus trabajadores, la normativa desarrollada en España o la que viene de Europa en materia de descansos y conducción son esenciales para lograr un convenio moderno y adaptado a los nuevos tiempos”, aseguran.