Pese al rechazo unánime de las asociaciones de transportistas a cualquier medida que suponga la prohibición absoluta de la circulación de camiones en las carreteras nacionales, ya que ello supondría inculpar al sector del transporte por carretera como único responsable de los posibles accidentes que se producen, la Generalitat se planteó su intención de trasladar al ministerio de Fomento la posible prohibición de circulación de los camiones en la N-340 a su paso por las provincias de Tarragona y de Castellón, obligando al desvío obligatorio de los camiones por la autopista de peaje AP-7.Desde Fenadismer señalan que "diferentes asociaciones de vecinos de municipios situados al sur de la provincia de Tarragona han anunciado movilizaciones solicitando la gratuidad de la AP-7 para todas las categorías de vehículos, incluidos los camiones, ya que consideran a los vehículos de transporte no responsables, sino víctimas, del estado de seguridad vial en que se encuentra la N-340".