De acuerdo con los presupuestos generales del Estado para 2016, el Ministerio de Fomento ha previsto tres partidas por un importe de 16 millones de euros para desarrollar medidas sobre la estructura tarifaria que, con un bajo coste, permitan potenciar el uso de la capacidad excedente de las autopistas de peaje.Estas medidas se tradujeron en el referido Plan Voluntario de Desvíos que se puso en marcha a finales de julio y que estará en vigor hasta el 30 de noviembre aplicándose en seis tramos de la red de autopistas: el Villalba-Villacastín de la AP-6, el Dos Hermanas-Jerez Norte de la AP-4, el Lleida-Montblac de la AP-2, el Rubena-Armiñón de la AP-1, el Puxeiros-Porriño-Frontera Portuguesa de la AP-9 y el León-Campomanes de la AP-66.Ahora, el objetivo de cara al próximo año es dotar al presupuesto de la referida financiación de 16 millones de euros por “si a la vista de los resultados obtenidos se considerara conveniente prorrogar o extender a otros tramos el plan”.Esta previsión a buen seguro será analizada hoy en la reunión entre Fomento y el Comité Nacional, cuyas asociaciones miembros trasladarán al Ministerio su contrariedad con cómo está evolucionando el Plan.A juicio de CETM, por ejemplo, el plan “no está funcionando”, debido principalmente a que “afecta a pocas carreteras, los descuentos son en ocasiones inferiores a lo acordado y ha entrado tarde en vigor y en verano con buena climatología y menos actividad”, lo que determina el análisis en estas primeras semanas de funcionamiento.Fomento destinó inicialmente una partida de 10 millones de euros en su presupuesto para las compensaciones por los desvíos en los citados tramos.Para las patronales es necesario aumentar los tramos afectados y piden por de pronto también tramos en las autopistas AP-61, AP-51, AP-7, AP-68 y la AP-53, contemplados también inicialmente por Fomento, así como otros dos tramos en la AP-10 y la AP-36.