Según explicaron a este Diario Fernando Ródenas, director comercial y José Julio García, gerente, de Recoil, "el uso del aditivo permite ahorros de combustible de entre el 5% y el 12%, según hemos podido comprobar en las pruebas que hemos realizado en empresas y con autónomos". No hay que olvidar que la firma Recoil cuenta con una larga trayectoria en el sector de los aditivos, de más de 20 años, y que las pruebas se realizan siempre que el cliente los solicite, "no tenemos problemas de hecho podemos complementar la implantación del sistema de aditivación con la realización de cursos de conducción eficiente. Conducir eficientemente se convierte en una herramienta muy importante a la hora de reducir costes", afirman los directivos. Sobre el acuerdo, Ródenas destaca que permitirá dar a conocer el aditivo entre los más de 100 transportistas autónomos que integran Valencia Central de Compras a lo largo de 2015. "Promocionaremos los procesos de implantación de este sistema de aditivación del combustible entre los asociados. Además, contamos con la opinión favorable del presidente de la asociación que es cliente del producto desde hace más de cinco años", subraya el director comercial de Recoil.El aditivo, además de los mencionados ahorros en combustible, evita la mucosidad que produce el biodiésel gracias a su potente antibactericida; está avalado por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) ya que favorece la reducción del nivel de emisiones de CO2 en un 80%. En este punto, "su uso es recomendable para empresas que cuentan o que quieren obtener la ISO 14001 Sistemas de Gestión Medioambiental por la reducción señalada de CO2", comenta el director comercial. Otra de las ventajas de este producto es su capacidad como agente limpiador y lubricante del circuito de inyección, alargando la vida de los componentes del mismo. "De hecho, trabajamos en un proyecto con el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) para la homologación del producto", apunta José Julio García, gerente de Recoil. El aditivo es un producto que se configura como un elemento preventivo, que ayuda a que se alargue la vida del motor, que también mejora la potencia del vehículo gracias al aumento de siete puntos en los cetanos del combustible estándar."El ahorro mínimo que tendrá un transportista que consuma unos 3.000 litros de combustible al mes se situará entre 100 y 300 euros mensuales", concluyen los directivos de Recoil.