El desvío se produjo debido a una rotura puntual de la estructura de la celosía metálica del viaducto, detectada tras una de las inspecciones periódicas de conservación programadas en la zona. Tras la reparación del deterioro y la inspección visual del viaducto, así como los cálculos y análisis estructurales llevados a cabo por técnicos especialistas en estructuras, se considera que es posible reabrir al tráfico el viaducto pero con dos limitaciones. Por un lado, restringir la circulación del tráfico a dos carriles, no permitiendo la circulación por el carril derecho y, por otro, no permitir la circulación de vehículos pesados de carga máxima superior a 35 toneladas, ni de transportes especiales.Estas limitaciones del tráfico deberán mantenerse hasta que se completen los estudios, ensayos y reparaciones necesarias que garanticen la completa circulación de todo tipo de vehículos.Los vehículos pesados de más de 35 toneladas y los transportes especiales podrán circular por la N-III entre los PK. 242 y 255. En el futuro será necesario realizar algún corte de tráfico puntual para realizar nuevas operaciones de reparación o refuerzo.