Según Laura Rocha, directora de Márketing y Producto de Zeiss, “ver bien es fundamental para conducir bien porque ver bien implica, ante todo, reaccionar bien. Y es que para conducir bien no basta con ver bien en una circunstancia concreta. La conducción exige una adaptación permanente a condiciones variables de la vía, pero también de la visibilidad, en cuanto a luminosidad tanto de día como de noche”.“Por ejemplo, un deslumbramiento puede llegar a provocar perder totalmente la visión durante 4 segundos, pero es que además cuando nuestra visibilidad está más en riesgo no es ni cuando es totalmente de noche ni cuando es totalmente de día, sino en esas situaciones intermedias donde se producen condiciones de baja luminosidad que ponen en riesgo la conducción”, asegura Rocha.Ante esta realidad, Zeiss abordó el reto de desarrollar unas lentes específicamente diseñadas para la.conducción y, por tanto, con un beneficio muy importante para los conductores profesionales, quienes son los que a lo largo de su jornada a más retos de visibilidad se enfrentan, sin olvidar que conducir es ejercitar el sentido de la vista y someterle a un esfuerzo que provoca cansancio, lo que incide en la seguridad y la conducción.RetosLos tres retos que tenía Zeiss a la hora de diseñar estas lentes eran: primero, lograr en el conductor una visión más precisa, optimizando la visión dinámica y la necesidad de ver tanto frontalmente de lejos, como lateralmente hacia los retrovisores y a corta distancia hacia el salpicadero; minimizar los efectos de los deslumbramientos y los reflejos; y mejorar la visibilidad en condiciones de baja luminosidad.A partir de aquí, el resultado son las lentes DriveSafe, qué, tras una amplia investigación en torno a qué miramos y hacia dónde miramos cuando conducimos, están diseñadas con un 14% más de anchura de campo de visión para ver de lejos y un 43% más de anchura de campo de visión para ver de cerca.Las lentes DriveSafe, además, están dotadas de innovadores tratamientos antireflectantes que minimizan los efectos de los deslumbramientos y los reflejos hasta en un 64%.Por otro lado, han sido diseñadas atendiendo a un tamaño medio de la pupila de 4,3 milímetros, que es el que se tiene habitualmente en condiciones de baja luminosidad, mejorando la visibilidad.Según Laura Rocha, “no ver bien genera miedo, inseguridad y estrés y no es una cuestión únicamente de tener bien graduada la vista. Además hay que afrontar otras situaciones que pueden ser adecuadamente resueltas con unas lentes como DriveSafe”.En este sentido, Rocha destacó el viernes que este tipo de lentes no sólo son adecuadas para aquellos conductores profesionales que ya de por sí llevan gafas graduadas, sino que también están indicadas para aquellos que no requieren de lentes graduadas pero quieren beneficiarse de las ventajas de minimizar los deslumbramientos o mejorar la visibilidad en condiciones de baja luminosidad.