El Pleno del Parlamento Europeo se reunió ayer para continuar el intenso debate sobre el paquete de movilidad iniciado meses atrás.
“Estamos a favor de reforzar un control riguroso en la carretera”, señaló Inés Ayala. En este sentido, añadió la eurodiputada, “estamos avanzando en España en la obligatoriedad del tacógrafo digital para 2022”.
Sin embargo, añadió la eurodiputada, España rechaza que ese control riguroso “resulte discriminatorio incluso rozando el proteccionismo xenófobo y que sea el conductor el último responsable”.
En este sentido, explicó Ayala, deberían ser las empresas y administraciones quienes, desde su cargo, “faciliten toda la tarea posible del control de la actividad del transporte”.
España aboga por una aplicación proporcional del paquete movilidad, señaló Ayala, “por lo que estamos a favor también de la exclusión del tránsito del transporte internacional”. Por otro lado, concluyó la eurodiputada, aunque estamos en contra de la vuelta a casa del camión, “sí necesitamos una vuelta a casa flexible para nuestros conductores españoles y portugueses”.
Por su parte, Izaskun Bilbao, también eurodiputada en el Parlamento, señaló que “un funcionamiento del transporte es clave para la competitividad de la Unión”, destacó también Izaskun Bilbao, eurodiputada en el Parlamento.
Este paquete de movilidad, definió Bilbao,”es una pieza fundamental para acabar con los problemas de fragmentación que se producen por el dumping social interno y las desigualdades en el acceso al mercado de los operadores”. Nuestras propuestas, explicó la eurodiputada, mejoran las condiciones de los profesionales, contribuyen a la seguridad vial y a la eficiencia del transporte y preparan el camino para un futuro próximo protagonizado por la digitalización y la descarbonización”.