MADRID. “Pese a que el sector del transporte por carretera cuenta con un régimen sancionador de lucha contra la morosidad aún se sigue lejos de alcanzar el objetivo de que se pague a menos de 60 días máximo como marca la ley, aunque también es cierto que son menores los plazos en que se pagan los servicios que prestan los transportistas en comparación con otros sectores de actividad, que llegan a triplicar e incluso cuadruplicarse”, ha señalado Fenadismer.
Esta situación se traduce en “un notable aumento en el número de empresas cargadoras e intermediarios que incumplen la legislación sobre morosidad, pasando a ser del 59% de los clientes de los transportistas, de los que un 37% lo hicieron a más de 90 días e incluso un 21 % a más de 120 días, esto es a 6 meses”, ha explicado.
En cuanto a los medios de pago que son utilizados más habitualmente, siguen siendo la trasferencia un 69%, seguido del confirming un 25%, el pagaré un 5% y el cheque <1%.
En cómputo anual, los plazos de pago en 2022 se han situado de media en los 74 días, “lo que supone en todo caso una importante reducción frente a 2021 que se situaron en los 83 días de media”.
En todo caso, Fenadismer confía que este año se produzca una fuerte reducción en los plazos de pago como consecuencia de haber incluido su control como actuación prioritaria en el Plan Nacional de Inspección de Transporte para este año, con el objetivo de conseguir el pleno cumplimiento y aplicación de la legislación sobre morosidad en el sector del transporte por carretera.