El Ministerio de Fomento asumirá el coste de las obras de ampliación y mejora de la conexión de la antigua autopista AP-1 y la autovía A-1 a la altura de Armiñón, mientras que la Diputación Foral de Álava se encargará de su ejecución. Un convenio entre las dos administraciones establecerá este reparto de obligaciones para hacer realidad un proyecto que requerirá una inversión cercana a los 12 millones de euros.
El diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna sostiene que esta fórmula “es el resultado del trabajo realizado en los últimos meses con el Gobierno de España para que la liberalización y posterior transferencia del tramo alavés de la AP-1 satisfaga el interés general de los alaveses”.
Este trabajo se plasma ya en el acuerdo de transferencia de dicho tramo de 6 kilómetros suscrito el 26 de noviembre entre los Gobiernos español y vasco porque, según explicó López Ubierna, atribuye al Estado todas las intervenciones y obras necesarias para “convertir la antigua autopista AP-1 en una autovía sin peaje y enlazarla con la A-1”. Obras que incluyen la adecuación de la playa de peajes y la mejora de la conexión entre AP-1 y A-1 en ambos sentidos.