Han sido 25 meses de trabajos que permitirán la puesta en marcha de una infraestructura por la que circularán diariamente más de 9.000 vehículos, muchos de ellos pesados. El diputado general ha subrayado la dimensión del “reto” que ha supuesto sacar adelante esta infraestructura.
Para Olano, la puesta en servicio de esta autovía supone un “salto cualitativo” para el territorio en cuanto al equilibrio territorial, una movilidad más segura, y el impulso de la actividad económica. “Supone completar la Rotonda de Gipuzkoa, es decir, nuestra red de carreteras de alta capacidad, que permitirá que todos y todas las guipuzcoanas contemos a menos de 15 kilómetros de nuestras casas con una autopista o autovía”, ha afirmado.
A su vez, Urola, Goierri y Debagoiena verán “notoriamente mejorada” su conexión y su logística, un reto fundamental para la “economía y la competitividad” del territorio, dado el peso de la industria, el tejido económico y las universidades de estas comarcas.
Ha asegurado que la repercusión de la obra va “mucho más allá” de la longitud del tramo en el que se han realizado los trabajos, contextualizándola en un “proyecto de país” en el que Gipuzkoa “será más fuerte y estará mejor comunicada” con el resto de territorios: Debagoiena-Debabarrena con Navarra a través de la autovía de Deskarga hacia Etzegarate; Goierrialdea y Alto Urola con Bizkaia hacia la AP-1 y AP-8 por Deskarga, y con Araba a través de Deskarga con la AP-1.
“No son solo 5 kilómetros de nueva autopista. Se trata de un punto decisivo que simboliza el paso del pasado a un futuro en el que contaremos con una red de carreteras capaz de hacer frente a nuestros desafíos económicos y de movilidad”, ha resumido.