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La Fundación Corell reclama un nuevo modelo de gobernanza para la distribución urbana

El estudio “La movilidad en áreas metropolitanas”, presentado el viernes en Madrid por la Fundación Corell y el Think Tank Movilidad, defiende un nuevo modelo de gobernanza para la distribución urbana de mercancías que permita responder mejor a retos como la contaminación o la congestión sin perjudicar la productividad.

  • Última actualización
    21 junio 2019 15:06

Así lo puso de manifiesto Jorge Hernando, director del Think Tank Movilidad, en el transcurso de un encuentro con medios de comunicación el viernes, en el que defendió que el modelo de gestión de la distribución urbana de mercancías “debe ajustarse a la realidad actual y al escenario futuro”.

De acuerdo con el estudio, se hace “imprescindible un ejercicio de innovación política, una forma distinta de pensar y actuar en la gobernanza de la distribución urbana” para conjugar los intereses de la Administración con los intereses del mercado. Se trata de “una gobernanza global y de una nueva gobernanza productiva”, para cuya implantación se requerirá un “esfuerzo considerable en diseño de nueva estructura y en instrumentos, nuevas técnicas y grupos de trabajo y nuevos procesos participativos”.

En el estudio se esbozan cuatro fases de cara a futuro fundamentales para abordar la distribución urbana de mercancías.

En primer lugar, se concibe una fase previa en la que definir el escenario futuro de la distribución urbana pues es clave para adecuar la gobernanza al mismo.

En segundo lugar, se plantea la definición de una gobernanza global que gestione la distribución urbana de mercancías como reto específico, no como una parte más de las políticas de movilidad, todo ello teniendo en cuenta una serie de factores esenciales: regulación, infraestructura y oferta de servicios de la DUM; energía, fiscalidad y financiación; ordenación territorial; y nuevas tecnologías.

Retos a resolver en este ámbito son los cambios de color político frente a políticas a corto y medio plazo, la coordinación entre todas las administraciones implicadas, la participación e implicación del sector privado y la participación ciudadana.

Las otras dos fases que recoge el estudio es el diseño de un modelo de gobernanza específica y la elaboración de un código de buenas prácticas que pasa por el diseño de estrategias logísticas, planes de movilidad, actuaciones normativas, diseño de nuevas infraestructuras y actuaciones en el ámbito de la última milla.