La decisión de la Dirección General de Tráfico (DGT) de prohibir a los camiones de más de 7,5 toneladas circular por la AP-1 y la N-1 dirección País Vasco y frontera de Irún, todos los domingos desde junio a septiembre, ha provocado un rechazo total por parte de las asociaciones de transporte de mercancías por carretera que definen la medida como “un nuevo atropello al derecho fundamental a la libre circulación y al ejercicio de la actividad empresarial”, según ha declarado Fenadismer.
De igual forma, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), ha querido hacer público “el rechazo absoluto que nos genera esta propuesta, que provocará daños irreversibles, tanto a nuestro tejido empresarial en particular, como al conjunto de la economía española en general”.
En este sentido, ha añadido CETM, “estudiaremos la adopción de medidas de choque contra semejante atropello”.
Fue en el mes de diciembre cuando la DGT propuso incluir en la Resolución de medidas especiales de regulación de tráfico de camiones para 2020 una nueva restricción a los camiones de más de 7,5 toneladas que se dirigieran desde el centro de la península hasta el País Vasco y la frontera de Irún.
La medida, para este tipo de vehículos, establece que un importante número de domingos y otros días del año los camiones deben permanecer retenidos a la altura de Burgos entre las 16 horas y las 21 horas.
De junio a septiembre
En concreto, dicha propuesta de restricción se aplicará tanto en la AP-1 como en la N-1 todos los domingos desde el 7 de junio hasta el 13 de septiembre, además de los domingos 22 de marzo, 3 de mayo, o los lunes 12 de octubre y 2 de noviembre y el martes 8 de diciembre.
Frente a dicha propuesta, varias asociaciones de transporte de mercancías por carretera, como Fenadismer y CETM, trasmitieron su rechazo absoluto a esta medida, “que limitará de forma importante la actividad que los transportistas españoles desarrollan en los mercados europeos, ya que la medida planteada supone hacerles perder competitividad en casi la mitad de una jornada diaria, y porque además originará innecesariamente una congestión de miles de camiones los domingos en las proximidades de la zona de Burgos, sin que existan áreas de estacionamiento y de servicio suficientes para absorber tal incremento de vehículos”.
En respuesta a las alegaciones de las asociaciones, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha querido justificar por escrito los motivos de la DGT para adoptar tales restricciones, confirmando su intención de seguir adelante con la medida.
Así, en la carta remitida esta semana a las organizaciones de transportistas, el director general señala que “dichas restricciones son el resultado de un estudio muy meditado de un estudio pormenorizado sobre la problemática sobrevenida a raíz de la liberalización del peaje de la AP-1 en diciembre de 2018“.
Según los datos que refleja el escrito, se ha producido un incremento en 2019 del 24,5% del número de vehículos de todas las categorías que circulan por dicha vía (en concreto, 52.087 vehículos más en todo el año), que antes utilizaban el tramo de la carretera nacional N-1 paralela a dicha vía de alta capacidad.
En la carta, además, se cita el aumento considerable de vehículos pesados durante las operaciones especiales fines de semana de verano”.
Una tercera parte
Sin embargo, según ha analizado Fenadismer en el escrito remitido por la DGT, en este estudio se constata que, del número total de vehículos que han incrementado su circulación por la autopista, sólo una tercera parte corresponde a camiones, en concreto 18.612 camiones en todo el año, frente a los 52.087 vehículos totales de más que ha soportado la vía en el último año frente a 2018.
“Lo que el director de Tráfico olvida -ha añadido CETM- es que casi el 70% de ese incremento del tráfico lo han generado los vehículos particulares, siendo estos en consecuencia los verdaderos causantes de esta congestión, y no los camiones, como injustamente pretende señalar la DGT con la puesta en marcha de una restricción tan absurda”.