Las ventas de vehículos industriales en España cerraron 2018 en negativo, de acuerdo con los datos hechos públicos ayer por las patronal de fabricantes y concesionarios ANFAC y Ganvam.
Tras el fuerte retroceso de los tractocamiones en el último trimestre del año y después de haber ido registrado una evolución en el total acumulado siempre positiva a lo largo de todo el ejercicio truncada por muy poco en el mes de noviembre, los datos de diciembre han vuelto a ser contundentes, elevando el cierre final del ejercicio a un resultado nada despreciable del -2%.
Y es que el cierre de año ha sido especialmente negativo, ya que al retroceso de más del 20% en noviembre se ha unido un descenso en diciembre del 17,7% para sumar en todo 2018 un total de 24.178 vehículos industriales matriculados en España frente a los 24.675 de 2017.
El principal segmento responsable de este retroceso fueron las cabezas tractoras, que según ANFAC “se están viendo muy afectadas por los cambios en las políticas de los fabricantes, que están apostando por impulsar el mercado de segunda mano de vehículos de menos de cinco años”.
El resultado es que en noviembre cayeron las matriculaciones de tractocamiones un 29,6% y en diciembre lo hicieron un 32,5% para cerrar el año con 15.605 unidades matriculadas y un descenso acumulado del 9,6%.
Hay que destacar que el resto de segmentos cerraron en positivo.
Los pesados rígidos crecieron en diciembre un 35,2% para lograr en 2018 un matriculación total de 4.186 unidades y un crecimiento acumulado del 23,5%.
Mientras, los industriales medios crecieron en diciembre un 11,4% para alcanzar al cierre del año 3.638 unidades y crecer un 7,8%. En el caso de los industriales ligeros de más de 3,5 toneladas de MMA, crecieron un 105,6% en diciembre y un 16,8% en todo 2018 con 749 unidades matriculadas.