Con el cierre del puerto de Valencia por la borrasca Gloria como telón de fondo, la FVET- Puerto (Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística) ha remitido a los medios de comunicación un escrito donde presenta la denuncia del transporte terrestre frente al tratamiento del 22 de enero por parte de las terminales de contenedores en el puerto valenciano.
El texto del comunicado es el siguiente:
Durante los últimos meses desde el colectivo de transportistas venimos insistiendo en los diversos foros y reuniones a las que se nos convoca, en la necesidad de establecer un calendario de trabajo que fije las jornadas festivas con una antelación suficiente que permita programar la operativa y ofrecer a los clientes del Puerto de Valencia el mejor servicio posible.
Así, instamos a la Autoridad Portuaria de Valencia para que convocara, a través de la Marca de Garantía, a todos los implicados en la operativa portuaria, con la finalidad de abordar este asunto.
Desde nuestro colectivo se plantearon diversas premisas que consideramos necesarias para ofrecer un servicio de calidad: que el calendario esté establecido y cerrado a principios de año; que exista un criterio único por parte de las instalaciones; y que se recojan las necesidades de todo el colectivo y no únicamente de algunos de sus actores como, por ejemplo, que las terminales en determinadas fechas (festivos locales, festivos del convenio de la estiba, etc.) no sólo abran para las operaciones marítimas, sino también para las terrestres.
Tras diversas reuniones y numerosas horas invertidas en establecer, al menos, los parámetros relativos al día 22 de enero (festivo local) la respuesta recibida por parte de las terminales de contenedores del Puerto de Valencia: CSPV – CSP Iberian Valencia Terminal (Cosco Shipping Ports), MSCTV – Mediterranean Shipping Company Terminal Valencia y APM Terminals – A. P. Moller, ha sido ridícula e insuficiente.
No sólo no ha existido un criterio unitario (cada una de ellas había establecido una opción diferente: no abrir, abrir medio día y abrir el día entero), sino que la comunicación sobre este planteamiento ha llegado con una antelación irrisoria. Además, han establecido unos requisitos intolerables, imponiendo un sistema de cita previa de forma unilateral y no consensuada con el resto del sector.
Esta propuesta, que consideramos improvisada e irreflexiva, puede verse afectada ante cualquier situación imprevista, tal y como ha sucedido con la borrasca Gloria, que ha obligado a suspender la operativa portuaria varias jornadas y ha hecho que las terminales, de forma apresurada y con apenas margen de maniobra, hayan tenido que modificar su planning y anunciar la apertura de sus instalaciones el día 22 de enero.
Todo ello ha provocado una auténtica situación de caos, arrastrando a los transportistas a actuar de forma acelerada.
Pese a todos sus esfuerzos, la Autoridad Portuaria de Valencia ha sido incapaz de establecer unos criterios razonables y exigir a las terminales de contenedores un compromiso real con el Puerto de Valencia que todos deseamos: serio, efectivo y rentable. Una imagen penosa que seguro no es la que se pretende mostrar.