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El comercio exterior arrastrará a su abismo a la logística

Más allá de la sombra de la ralentización, que ahora nos produce hilaridad, no parecía que 2020 fuera a ser un mal año para el comercio exterior español y, por ende, para la logística. Asomaba al fondo de la importación la china en el zapato de China, valga la redundancia, por culpa de “no sé qué virus” que, de pronto, lo infectó todo para ahora mismo augurar un presente de hecatombe en las exportaciones e importaciones españolas, que van a arrastrar inevitablemente a su abismo al sector logístico.

  • Última actualización
    14 mayo 2020 08:54

Los datos hasta febrero del sector exterior español, por cierto, ahora mismo los últimos disponibles en el Ministerio de Asuntos Económicos, presentaban un panorama alentador de cara al presente ejercicio pese a los nubarrones del contexto mundial.

Por un lado, el año había arrancado con las exportaciones creciendo un 3,5% en valor y un 2,5% en peso. Mientras, las importaciones se mantenían en positivo en valor, con apenas un 0,2% y, eso sí, caían un 2,4% en peso. Era obvio que el parón de China se estaba dejando sentir, sin todavía advertir que el parón iba a ser de China pero, sobre todo, del mundo.

En este sentido, con el año ya camino de cerrar el primer semestre, las perspectivas del comercio exterior anunciadas por el Ministerio de Asuntos Económicos son desalentadoras.

En lo que es un escenario que el Gobierno español ha calificado de “coherente” y “prudente”, los mercados de exportación se prevé que, tras crecer un 2,4% en 2019 caigan un 10,7% en 2020.

Ahora bien, el impacto de la pandemia en España y el efecto multiplicador de tener como principales socios comerciales a los países más afectados hace que nuestro país se enfrente a una caída de las exportaciones al cierre de 2020 del 27,1% y a una caída de las importaciones incluso superior, del 31%.

En 2019, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, España exportó por valor de 290.089 millones de euros, lo que en peso equivalió, según los datos de Aduanas aportados por las Cámaras, a unos 182,87 millones de toneladas. En cuanto a las importaciones, según la Secretaría de Estado alcanzaron los 322.068 millones de euros, equivalentes a 258,6 millones de toneladas

Un +81,4% hecho añicosLa previsión de cierre del comercio exterior para 2020, fruto de la pandemia del Covid-19, comporta no sólo poner freno a una década ininterrumpida de crecimiento del sector exterior español, sino que además esto se produce de una forma abrupta y casi dramática.Desde 2009, año en el que se desencadenó la última crisis, hasta el pasado 2019, las exportaciones crecieron de forma ininterrumpida en España desde los 159.889 millones de euros hasta los 290.089 millones de euros, es decir, se produjo un incremento de ni más ni menos que del 81,4%, en lo que fue el gran motor de la recuperación económica.De igual forma, en esta última década las importaciones crecieron de forma sostenida desde los 206.116 millones de euros hasta los 322.068 millones de euros, igualmente un más que extraordinario crecimiento del 56,2%.Ahora, en 2020, está fantástica progresión va a quedar hecha añicos con un nuevo ydurísimo punto de inflexión a la baja. Ante el nuevo contexto internacional y el condicionante de la pandemia, está por ver que el sector exterior vuelva a ser motor de la recuperación.

EL DATO

PérdidasUn 27% menos de exportaciones supone caer en 2020 a los 211.474 millones de euros, muy por encima de la sima de 2009 y en el nivel de 2011 al perderse unos 80.000 millones.En la import, caer un 31% supone irnos en 2020 a los 222.227 millones, es decir, unos 100.000 millones menos, cayendo igualmente menos que en 2009 y a un nivel superado en 2005.

Esto supone que en 2019 las exportaciones crecieron en valor un 1,69% y las importaciones un 0,76%.

Para seguir ahondando en el escenario de partida desde donde se empieza a dibujar el precipicio que se avecina, si analizamos en toneladas directamente el comercio exterior español a cierre de 2019 a través de los datos de los distintos modos, las exportaciones cayeron en el modo marítimo a través de los puertos españoles el año pasado un -0,18% y las importaciones un -2,13% lastradas por los graneles, si bien en mercancía general crecieron un 1,37% y un 0,33% respectivamente.

En el sector aéreo, el conjunto del tráfico internacional aeroportuario en España, excluido el camión aéreo, rozó los mil millones de kilos con un crecimiento del 6,42%.

Mientras, en el transporte de mercancías por carretera se alcanzó un crecimiento de las exportaciones, siempre en toneladas, del 7,6%, mientras las importaciones se elevaron un 3%.

Para concluir, en 2019 el crecimiento del transporte internacional de Renfe Mercancías fue del 10%.

Con este punto de partida, de cara al cierre de 2020 el impacto que augura el Ministerio de Asuntos Económicos supone la pérdida de más de un cuarto del tráfico de exportación y casi un tercio del tráfico de importación lo que supone un tremendo impacto en la logística en España, con distintos efectos multiplicadores, pues el impacto directo e indirecto de esta caída del mercado exterior va a ser muy diferente.

Por un lado, por volumen directo los grandes perjudicados serán el modo marítimo y el modo terrestre. Según los datos del Observatorio de la Logística y siempre en millones de euros, en España en cuanto a las importaciones la carretera aglutina el 52%, seguido del transporte marítimo con un 40%, porcentajes que en volumen se tornan al 20,6% y al 73,8% respectivamente. En cuanto a las exportaciones, en millones de euros la carretera aglutina el 52,7% y el transporte marítimo el 33,5%, 38% y 57% si lo medimos en volumen respectivamente. El aéreo supone el 5,3% del valor de las importaciones y el 7,8% de las exportaciones, mientras que el ferrocarril supone el 0,63% de la import y el 4,4% de la export en valor.

Ahora bien, modos precisamente como el ferroviario o la carretera, ejes de la intermodalidad, basan una parte importante de sus trayectos y acarreos nacionales en los tráficos llegados por otros modos por la vía import-export, por lo que indirectamente la caída de la import-export tiene un efecto multiplicador.

Economía, comercio exterior y logística van siempre de la mano. Si unimos ahora el factor pandemia, la ecuación da de momento un resultado más que negativo.

Recuperación: En clave de uve menor

A corto plazo nos resulta fundamental saber cualquier va a ser la sima a la que nos arroje la pandemia en 2020, si bien es fundamental analizar el medio plazo al estar ya centradas todas las esperanzas en cómo será el esperado rebote de la economía.

El pesimismo cunde ante la posibilidad de una salida de la crisis en forma de U, es decir, con un valle más que amplio que prolongue en el tiempo la recuperación.

Previsiones recuperación Import-Export 2019-2023 La experiencia reciente con la crisis de 2009, con una sufrida travesía por un valle que se prolongó durante más de un lustro, condiciona muchos de estos análisis.

Por otro lado, la opción más optimista, es decir, una recuperación en forma de uve mayúscula que nos devuelva de inmediato en los próximos meses a los niveles perdidos parece harto improbable a tenor del análisis de los expertos.

Estos se decantan por un escenario moderadamente optimista en el contexto de hecatombe y en clave de uve pero minúscula.

Según los datos del Ministerio de Asuntos Económicos, la fuerte caída del PIB en 2020 por la pandemia, del 9,2%, será respondida por un fuerte crecimiento en 2021 pero “sólo” del 6,8%. Esto supone un “gap” de 2,4 puntos porcentuales cuya recuperación se dibuja a medio plazo.

En materia de comercio exterior, la asimetría es aún más acuciante. La caída de las exportaciones prevista en 2020 del 27,1% apenas se recuperará en 2021 con un +11,6%, es decir 15,5 puntos porcentuales de gap.

En cuanto a las importaciones, de la caída del 31% en 2020 se pasará a un crecimiento de sólo el 9,3% en 2021, es decir, que quedarán para la lenta recuperación ni más ni menos que 11,7 puntos porcentuales.

Todo al 60

TOP Los efectos en España de la crisis económica derivada de la pandemia se complican aún más si ponemos precisamente en contexto la importación y exportación española con los efectos directos del Covid-19 en las poblaciones de las distintas economías del mundo.

Y es que el sector exterior español no sólo va a sufrir por el impacto global de la paralización fruto de la pandemia, sino aún más si cabe por que nuestra economía exterior depende mayoritariamente de los países más afectados y que, por tanto, más restricciones y más daños están sufriendo social y económicamente.

Si esto fuera una mesa de ruleta, España se lo juega ahora mismo todo al “60”.

Al cierre de 2020, desde el punto de vista de la exportación, los 10 primeros países por volumen de exportación en valor de España aglutinaban algo más del 60% del total exportado, en concreto, un 64,4%. Estos países fueron Francia, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos,  Países Bajos, Marruecos, Bélgica y China.

De igual forma, los 10 primeros países para España por volumen de importación también prácticamente alcanzaron el 60% del total importado en valor, para ser exactos un 59,2%, conformando el ránking Alemania, Francia, China, Italia, Estados Unidos, Países Bajos, Reino Unido, Portugal, Turquía y Bélgica.

Dicho esto, a fecha de 11 de mayo de 2020, si aunamos exportaciones y e importaciones, los diez países de referencia con mayor comercio exterior de España estaban no sólo entre los más afectados del mundo por el Covid-19 sino que, además, el número de casos contagiados en estos países rozan el 60% del impacto de la pandemia a nivel mundial.

Con los datos hasta este lunes, los diez principales socios comerciales de España, Francia, Alemania, China, Italia, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, Países Bajos, Marruecos y Bélgica sumaban 2,34 millones de positivos, lo que frente a los 4,11 millones a nivel mundial suponen el 56,8% de la pandemia.

Ahora bien, si sumamos los casos de España, estaríamos en 2,56 millones de positivos, más del 60% a nivel mundial, en concreto un 62,3%. Al fin y al cabo, el impacto en el comercio exterior de la pandemia se retroalimenta, porque no sólo España es el segundo país del mundo en contagios sino que sus socios comerciales están entre los más afectados, de ahí el efecto multiplicador que se va a producir en el comercio exterior.