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El Primavera Sound logístico

Cuando estábamos a punto de hacer #pantallaazul, llegó el viernes. Menuda semana hemos dejado atrás... Ahora toca releer las informaciones generadas en todos los foros logísticos celebrados durante cuatro días, analizar las palabras de los protagonistas y sacar conclusiones. Porque hay conclusiones que sacar. 

  • Última actualización
    08 octubre 2021 17:02

Para empezar: teníamos unas ganas loquísimas de reencontrarnos con las personas que comparten nuestra actividad profesional, ya sean clientes, proveedores o competencia. ¡Pero cuánto tiempo sin vernos Mª Carmen! Solo hay que ver las fotos que se realizaron en IFEMA o en los múltiples espacios del BNEW. 

Y para seguir: el sector está totalmente centrado en el hoy y las previsiones son optimistas pero precavidas. Eso sí, nada volverá a ser como antes de la COVID (y en algunos aspectos casi que mejor, para qué mentir) y si alguien estaba esperándolo, pues que lo haga sentadito -por no cansarse y eso-.

El espacio que más ha dado de sí ha sido el BNEW, un foro que, en su segunda edición, ha ido más allá y ha reunido las inquietudes y tendencias de la economía del siglo XXI para debatirlas, compartirlas y, si es posible, que aquellos que sí pueden afectar de manera directa en el futuro de la actividad tomen nota. ¿Qué fueron demasiadas cosas que ver en poco tiempo? Sí ¿Es acaso el BNEW el Primavera Sound de la logística? Es posible.

¿Nos hemos liado a hacer gigantes marítimos sin pensar en que teníamos que adecuar las infraestructuras? ¿Nos perdió el “mira qué grande”? Creo que sí

De todo esto, me quedo con tres ideas (por aquello de limitar porque temas interesantes ha habido decenas). En el ámbito del transporte marítimo, la mayor preocupación del sector sigue siendo el servicio marítimo, sus cancelaciones y ajustes de rutas, sus alianzas, la falta de espacios y los increíbles precios de cotización. “Así no se puede”, vinieron a clamar todos los expertos.Además, están los megabuques, los responsables de la congestión portuaria en enclaves de Estados Unidos, Asia y algún puerto europeo -expertos dixit- porque crean desajustes en la terminal, la colapsan, no hay suficientes camiones en el puerto ni la terminal es capaz de operar. Por no hablar de las inversiones que suponen para adaptar una terminal o un puerto a su visita. ¿Nos hemos liado a hacer gigantes marítimos sin pensar en que teníamos que adecuar las infraestructuras? ¿Nos perdió el “mira qué grande”? Creo que sí. 

Ante este reto, propusieron que todos los agentes de la cadena logística trabajen de manera conjunta y enlaces ferroviarios en los puertos capaces de evacuar muchos contenedores en poco tiempo. Subrayo lo de “en poco tiempo” porque ahí está el quid de la cuestión, que algunos se empecinan en proponer trenes como fast solutions sin pensar en que hay que ajustar muchas cosas además de construir una estación intermodal.

La segunda: que la sostenibilidad es transversal, irrenunciable, inevitable (por mandato de la UE y del sentido común) y que genera negocio.

Y, por último, que las mujeres quieren, pueden y deben estar en el sector logístico. Si alguien tiene dudas puede leerse el ensayo de Linda Scott, “Economía Doble X”, nominado por el Financial Times como Mejor Libro del Año. En él se habla de la pasta que pierden -así tal cual- los países y las empresas porque la mitad de la población mundial (las mujeres) no pueda desarrollar su potencial. 

Y hablando de talento femenino, hace unos días Yaiza Canosa, fundadora y CEO del operador logístico gallego GOI, confirmó que prevé que su empresa termine 2021 con una facturación de 20 millones de euros. 28 años tiene y lidera una empresa a punto de cotizar en Bolsa y que comenzó cuando pensaba en cómo trasladar huevos de Galicia a Barcelona. Así que, se confirma: si nos dejan, podemos hacer grandes cosas.