Menú
Suscripción

Espin defiende la necesidad de cambiar la regulación que favorece las alianzas marítimas

El escenario de BNEW Logistics, en la antigua Fábrica Damm, acogió ayer uno de los debates en boga de la actualidad del transporte marítimo: las alianzas, el incremento de los fletes y la falta de capacidad.

  • Última actualización
    05 octubre 2021 17:40

En la mesa redonda moderada por la abogada Rosa Romero, Óscar Calvo, managing director de JCV Shipping & Solutions; Jordi Espin, secretario general de Transprime; Julián Martínez, R+D Senior Technician de la Fundación Valenciaport, y Narcís Pavón, COO Spain de APM Terminals, repasaron cómo afectó el COVID-19 en cada uno de sus sectores y analizaron la coyuntura actual.

Entre los factores que marcan la realidad del transporte destacan las alianzas marítima, las cuales, tal como recordó Narcís Pavón, “se formaron hace décadas con el objetivo de reducir costes en la cadena de suministro, sobre todo en la utilización de los buques”, por lo que, añadió, el hecho de que los fletes hayan subido tanto “se debe a una falta de capacidad”.

Asimismo, Óscar Calvo afirmó que las alianzas “no son el problema, pero tampoco la solución”. De hecho, y como aseguró Julián Martínez, los fletes llevan una subida consecutiva de 13 meses. Sin embargo, hay que tener en cuenta que existe una “factura coyuntural con el incremento de la demanda, la congestión de los puertos o la falta de equipos, entre otros, que mengua la oferta”.

En la otra cara de la moneda, Jordi Espin reincidió en la necesidad de que las navieras ofrezcan más transparencia sobre su actividad y aseguró que “la ley que favorece las alianzas es la que debe cambiar”, ya que las alianzas son “parte responsable de lo que ocurre”.

Megabuques: ¿problema?

Ante la afirmación de que los megabuques crean incertidumbre en la cadena logística, los profesionales señalaron a este tipo de barcos como parte responsable de la congestión portuaria que se da, sobre todo, recalcó Martínez, en ciertos enclaves de EE.UU., Asia y algún puerto europeo.

Para las terminales, indicó Pavón, supone un reto. “El mercado se mueve con un dinamismo tan grande que cuesta seguir el ritmo”, añadió. Por ello, “adaptar una terminal o infraestructura portuaria para albergar a los megabuques requiere una gran inversión pública y privada”, asumiendo, paralelamente, un gran riesgo sin garantías.

En esta línea, el COO Spain de APMT aseguró que los megabuques “crean desajustes en la terminal que hacen que colapse la infraestructura” ya que no hay suficientes camiones en el puerto ni la terminal es capaz de operar”.

Ante ello, prosiguió, es necesario “seguir trabajando de manera conjunta todos los agentes de la cadena logística”, a lo que Óscar Calvo añadió la importancia de contar con enlaces ferroviarios en lo puertos capaces de evacuar muchos contenedores en poco tiempo.

Por otra parte, los ponentes debatieron en torno a la deslocalización, lo cual “ni es tan fácil ni viable a corto plazo”, aunque sí como complemento, es decir, un mix de proveedores más baratos asiáticos combinados con los europeos.

“Los megabuques crean desajustes en la terminal que hacen que colapse la infraestructura”

La antigua Fábrica Damm alberga el espacio de BNEW Logistics. Foto L. E. Antigua Fábrica Damm, escenario de BNEW LogisticsEl escenario de BNEW Logistics se traslada en esta segunda edición a la antigua Fábrica Damm, donde expertos y profesionales del sector abordarán las últimas tendencias, novedades y retos de la logística.  La antigua Fábrica Damm, conocida históricamente como La Bohemia, es un conjunto arquitectónico situado en el distrito del Ensanche de Barcelona y catalogado como Bien de Interés Documental. Es un espacio polivalente y emblemático para la ciudad condal, pero también para la logística, pues desde estas instalaciones salieron los botellines de cerveza y otros productos para ser distribuidos alrededor del mundo desde 1905 hasta 1992, cuando la compañía decidió trasladar toda la producción fuera de Barcelona, a las plantas de Santa Coloma de Gramanet y El Prat de Llobregat,