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...estos lodos

La Autoridad Portuaria de Bilbao celebra hoy su habitual rueda de prensa anual de balance de ejercicio, que en el caso de 2020 puede calificarse como decepcionante, por emplear un término suave, en los tráficos portuarios, a la vista de las estadísticas publicadas por Puertos del Estado y que ayer desmenuzó Diario del Puerto en “Puertos Españoles 2020: Los MÁS”.

  • Última actualización
    08 febrero 2021 17:00

En efecto, el Puerto de Bilbao sale malparado en prácticamente todos los capítulos analizados, comenzando con su salida del selecto grupo de los cinco principales  puertos españoles con más tráfico, siendo relegado del cuarto al sexto puesto, superado por Cartagena y Huelva. Por el contrario, irrumpe en el no tan honroso grupo de los cinco puertos que más decrecen en toneladas, situándose como el tercero que más pierde, después de Tarragona y Barcelona. En cuanto al tráfico de contenedores, como representativos de la mercancía general, el puerto vasco mantiene su quinta posición en el ranking nacional y cuarto de la Península, así como la cuarta posición total en el tráfico de contenedores import-export. Pero ello no evita que ocupe la segunda plaza entre los puertos que más decrecen en número de TEUs, sólo por detrás de Barcelona. 

Habrá tiempo durante la rueda de prensa para que los responsables de la Autoridad Portuaria de Bilbao, con su presidente, Ricardo Barkala, al frente, amplíen y expliquen éstos y otros datos  que hacen que el tráfico de mercancías en el puerto vizcaíno haya retrocedido un 16,63% en el pasado ejercicio, situándose por debajo de la barrera de los 30 millones de toneladas(29,64 millones) por primera vez desde 2003, muy lejos de los 40 millones que alcanzó en 2007, justo antes de la crisis global, y que siguen marcando su récord histórico de trafico anual de mercancías.

Como en tantas ocasiones he escuchado  en ruedas de prensa de balance de tráficos, ya cuando los datos eran positivos, ya cuando no lo eran, “la buena marcha de un puerto no sólo se mide en toneladas”. Existen muchos otros parámetros que indican la buena salud de un puerto, de sus trabajadores, operadores y clientes.

En el conflicto de la estiba, ya llovía sobre mojado en Bilbao desde hacía demasiados años. Los muelles ya estaban encharcados. Sólo hubo que embarrar el terreno con una huelga injusta y desproporcionada. Y ahora, de aquellos barros...

En un año en el que la pandemia ha marcado el latido portuario, con una pérdida de tráficos del 8,65% en el conjunto del sistema portuario estatal, el Puerto de Bilbao prácticamente ha doblado dicha cifra hasta perder un 16,63%. Cierto es que en febrero, antes de la crisis sanitaria, ya caía un 4,70% y un 11% hasta septiembre, antes de la huelga de la estiba que paralizó el puerto durante 57 días entre el 9 de octubre y el 4 de diciembre. En el caso de la mercancía contenerizada, el impacto fue notablemente superior, con una caída del 22,70% en el acumulado anual. Son estadísticas de toneladas y TEUs que por mucho que no lo sean todo, sí son muy importantes para quienes las han perdido: empresas, clientes, trabajadores... y también para los sindicatos. ¿Acaso no era ésto lo que la huelga pretendía? Medir sus fuerzas, trasladar el impacto del paro a las toneladas y a los TEUs como aviso para navegantes. Uno más.

57 días de huelga parece que no fueron suficientes para solucionar un conflicto que “no se debe cerrar en falso”, como pidió Ricardo Barkala. Mientras sindicatos y empresas de Bilboestiba CPE continúan con el proceso de negociación abierto por el Ministerio de Trabajo, además del recuento de la pérdidas, queda ahora la ardua tarea de recobrar la confianza de tantos operadores y clientes del Puerto de Bilbao que se fueron con la huelga. En el conficto de la estiba, llovía sobre mojado en Bilbao desde hacía años. Los muelles ya estaban encharcados. Sólo hubo que embarrar el terreno con una huelga injusta y desproporcionada. Y ahora, de aquellos barros...