Tal y como aseguró Ximo Puig, president de la Generalitat Valenciana, con el acto de ayer, celebrado en el Palau de la Generalitat, se "da un paso adelante en la cohesión de los valencianos, un requisito previo para exigir una financiación justa y la ejecución del Corredor Mediterráneo".Según explicó Puig, en la actualidad existe "arbitrariedad para priorizar las infraestructuras en España. La radialidad centralizadora ha limitado el crecimiento de determinadas regiones y ha llegado a afectar al conjunto del país"Para el president de la Generalitat, retrasar la ejecución del Corredor supone limitar el crecimiento económico y frenar el empleo de las regiones implicadas, además de mermar la competitividad empresarial, lo que implica salarios menores, beneficios inferiores y menor renta per cápita".Ximo Puig aseguró que, en definitiva, "retrasar el Corredor Mediterráneo es un mal negocio para España" y alentó a los asistentes a "pasar de las palabras a los hechos ya que lo que está en juego es nuestro futuro".En términos similares se expresaron tanto Joan Amorós, presidente de Ferrmed, como Federico Félix, presidente de la Fundación ProAVE y Joan Ribó, alcalde de Valencia.Para el primer edil, lo que se está reclamando "es el desarrollo de una infraestructura fundamental y necesaria la competitividad de los sectores productivos"."La ciudad no puede esperar -aseguró Ribó- tiene que haber una apuesta firme por esta conexión y el diseño radial español debe evolucionar hacia un modelo global".La consellera de Vivienda, Obras Públicas e Infraestructuras, María José Salvador, fue la encargada de abrir el acto y se refirió al Corredor Mediterráneo como un "proyecto de presente, una realidad que no debemos obviar ya que es una inversión rentable y necesaria para incrementar nuestra competitividad".La consellera cerró su intervención asegurando que la inversión en infraestructuras y la logística "son las venas por las que circula la economía productiva de la Comunitat".
ManifiestoEl manifiesto firmado apuesta por el "diseño de una red transversal, sólida y eficiente, que favorezca el movimiento de personas y mercancías".Los firmantes dan su apoyo a "todas las actuaciones que supongan la consolidación de la Red Transeuropea de Transportes como infraestructura esencial" y exigen a Fomento "más sensibilidad y una consideración prioritaria en cuanto a inversiones de un proyecto estratégico para España", para lo que piden el establecimiento de la figura de un coordinador o comisario general del proyecto.Finalmente, el documento hace un apuesta por "la flexibilidad, la transversalidad y la intermodalidad entre la red terrestre y la portuaria".