El Corredor Cantábrico-Mediterráneo, tal y como se ha contemplado desde la Unión Europea y desde el Gobierno de Aragón, "debería considerarse como un eje ramal de ambos corredores, y por lo tanto contar con las previsiones económicas e inversoras necesarias por parte de las administraciones públicas", comentaron los firmantes. Además, esta consideración se encuentra más que justificada en base al elevado volumen de transporte de mercancías que a lo largo de todo el recorrido del Cantábrico-Mediterráneo, se genera por las empresas implantadas a lo largo de la línea, y para las que el ferrocarril sería un medio fundamental.