Aza fue la conferenciante invitada la semana pasada en Oviedo por el foro "Asturias Punto de Encuentro" donde bajo el título de "Musel, clave en la competitividad de la empresa asturiana", se mostró optimista y ambiciosa en su repaso a la situación de El Musel en el mapa español y recordó que ocupa el noveno puesto en tráfico de mercancías.Se trata de un dato "que cobra más valor si se tiene en cuenta -matizó- que de los ocho que tiene por delante, cinco cuentan con refinería, que en algunos casos aporta más del 40% de sus tráficos, como ocurre en Huelva o en Cartagena, por ejemplo".Aza, quien también hizo referencia a los puertos graneleros de Europa, entre los que El Musel ocupa un lugar destacado, insistió en la importancia de la captación de contenedores para lograr un puerto más competitivo y señaló que la mayor parte de ellos se generan en Madrid, lo que hace imprescindible una línea regular de contenedores con la capital.La concentración de tráficos, cómo diversificarlos, la potenciación de las líneas ro-ro o la apuesta por la carga de proyectos fueron otros de los aspectos que la presidenta de la AP de Gijón repasó durante su ponencia en el segundo desayuno coloquio organizado por Asturias Punto de Encuentro en el Hotel Ayre de Oviedo, que volvió a contar con un nutrido grupo de representantes del tejido empresarial asturiano.
Autopista del Mar
Con relación a la Autopista del Mar con Francia, Rosa Aza se mostró especialmente optimista y aseguró que no solo cree firmemente que se pueda recuperar la línea con Nantes, sino que Gijón debe aprovechar su mejor posición en cuanto a distancia con Gran Bretaña con relación a otros puertos del norte con los que no puede competir en tráficos, como el Puerto de Bilbao, pero sí en situación geográfica.
SobrecostesEn cuanto a la ampliación, indicó que se está haciendo uso de un 40% de la misma y dijo que "si en solo cinco años ya se estuviese utilizando al 100% es que la obra habría estado mal dimensionada", al tiempo que defendió que los sobrecostes, aunque molestos, y para nada deseables, fueron moneda común en la obra publica y, en cierta medida, inherentes a una obra de estas características en las que la condiciones marítimas son muy difíciles de prever."Lo difícil es encontrar obra pública sin modificados, mejor que no los hubiera habido pero en esto tampoco hemos sido muy diferentes", explicó la presidenta del Puerto de Gijón.