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Los importadores de la UE buscan recurrir al ferrocarril marítimo

  • Última actualización
    05 septiembre 2023 13:36

El transporte marítimo entre China y Europa siempre ha sido la opción principal de transporte a través de la Nueva Ruta de la Seda. Durante la crisis del Covid-19, las tarifas de transporte marítimo eran de varios miles de dólares americanos por contenedor de 40 pies, con tiempo de tránsito de 30-40 días.

BARCELONA · La mayoría de los clientes optaron por el transporte ferroviario, ya que los precios eran comparables y el tiempo de tránsito era solo de 2 semanas. Actualmente, el mercado de los servicios ferroviarios depende directamente de la geopolítica, en particular las “sanciones morales” impuestas por los importadores y empresas logísticas, así como las tarifas para las opciones competitivas para transporte por mar o aire y las preferencias del cliente para la velocidad de entrega y seguridad.

“Hoy, las tarifas de transporte marítimo de China a Europa han disminuido hasta 1.000$ dólares americanos por contenedor de 40 pies. Como consecuencia, los importadores para los que la velocidad de entrega no es una prioridad escogen el transporte marítimo. A pesar de la reducida demanda de servicios ferroviarios en Europa, hemos visto un aumento en el número de pedidos. Sin embargo, las empresas normalmente hacen sus pedidos para entregas consolidadas en contenedor de grupaje (LCL) en vez de contenedor completo”, declara Jakub Lewczuk, responsable del departamento ferroviario en AsstrA para las regiones de la UE y China.

La Eurozona ha entrado en un periodo de estancamiento económico. El crecimiento de la demanda de entregas a través de la Nueva Ruta de la Seda dependerá de la disponibilidad y regularidad de las conexiones marítimas, así como de la demanda de la UE de mercancías chinas. Las sanciones a Rusia y Bielorrusia son las barreras legales más significativas impuestas por proveedores y receptores del transporte ferroviario. Además, la prohibición en la importación/exportación de mercancías – incluso en tránsito a través de estos países – son un factor importante.

“Con cada nueva ronda de sanciones, se bloquean más categorías de mercancías en relación con el transporte y el tránsito. En consecuencia, hay menos mercancías que podemos enviar de China a Polonia. Cuando se estabilice la situación geopolítica, creo que muchos importadores volverán a los envíos por ferrocarril como alternativa más rápida. De lo contrario, solo ofreceremos servicio para aquellos pedidos que inicialmente estaban previstos para el transporte marítimo pero que, debido a ciertas circunstancias, requieren tiempos de entrega más cortos. Además, utilizamos la opción del ferrocarril para cargas que no se pueden transportar por avión debido al peso o volumen”, añade Jakub Lewczuk.

En la búsqueda de una alternativa a la Nueva Ruta de la Seda, la industria del transporte ha puesto su atención en la Ruta de Transporte Internacional a través del Caspio (Corredor Medio), el cual pasa por China, Kazajstán, el Mar Caspio, y los países del Cáucaso hacia Europa. Sin embargo, redirigir el volumen aquí ha resultado problemático.

“Cambiar el corredor de transporte clave hacia el sur requiere inversiones en infraestructuras importantes, así como tiempo para llegar a nuevos acuerdos internacionales sobre el tránsito de mercancías a través de estos países. Esta ruta será más popular si las infraestructuras mejoran, se resuelven las aduanas y las cuestiones formales entre los países de tránsito, y hay más barcos disponibles en el Mar Caspio. Además, se necesitarán inversiones adicionales por parte de la Unión Europea para evitar cuellos de botella entre el Mar Negro y la UE. Hay una necesidad urgente de ampliar el puerto de Constanta en Rumanía, así como líneas ferroviarias y carreteras en esta región”, concluye Jakub Lewczuk.