Adif ha completado las operaciones para el aumento de la velocidad máxima de la variante Vandellòs-Tarragona del Corredor Mediterráneo, con lo que, desde hoy martes, 1 de septiembre, los trenes ya pueden circular hasta a 200 km/h en la totalidad del tramo de ancho ibérico hasta los cambiadores de ancho de La Boella.
Tras la puesta en servicio del nuevo trayecto el pasado 13 de enero, se implantó una Limitación Temporal deVelocidad (LTV) a 80 km/h en un tramo de tres kilómetros, entre las estaciones de L’Ametlla de Mar y L’Hospitalet de l’Infant, en el que se actuó en la superestructura de vía y otros sistemas, como electrificación y señalización, para completar el enlace en vía doble de la nueva variante con la línea existente.
Durante dos semanas, se realizaron trabajos de nivelación de las vías y ajuste de catenaria hasta alcanzar su estado definitivo, programándose la circulación de un tren auscultador de Adif para verificar dinámicamente el estado y comportamiento de dichas instalaciones, desde el punto de vista de la seguridad y del confort, elevándose la velocidad máxima hasta 160 km/h en todo el trayecto.
Posteriormente, se ha mantenido el nuevo tramo en observación constante para analizar su comportamiento y el pasado día 26 de julio se realizó una nueva auscultación dinámica de vía y catenaria con resultados satisfactorios, lo que permitirá suprimir, mediante los cauces reglamentarios, la LTV actual de 160 km/h, y alcanzar a partir del día 1 de septiembre a la velocidad de 200 km/h en todo el trayecto entre L’Ametlla de Mar y los cambiadores de ancho de La Boella.
En el tramo de ancho estándar entre los cambiadores de ancho de La Boella y Camp de Tarragona, la velocidad máxima establecida es de 160 km/h, debido a la proximidad entre ambas instalaciones, en las que los trenes deben circular a menor velocidad.
Variante Vandellòs-Tarragona
Con una inversión cercana a los 700 millones de euros (IVA incluido), la nueva variante supone uno de los mayores hitos y una pieza clave en el desarrollo del Corredor Mediterráneo por su elevado interés socioeconómico, generando importantes beneficios para los servicios de viajeros que circulan por el sur de Cataluña y el arco mediterráneo y su área de influencia, fomentando el desarrollo de una zona socioeconómicamente estratégica.
Gracias a su funcionamiento, se incrementa la capacidad, fiabilidad y operatividad para todo tipo de tráficos en este tramo, lo que supone, entre otras ventajas, una reducción de los tiempos de viaje entre Barcelona y Valencia y otras ciudades del arco mediterráneo.
Además, ha permitido eliminar el actual trazado en vía única por la zona costera del sur de Tarragona con los consiguientes beneficios de seguridad y permeabilidad del ferrocarril para los municipios y sus ciudadanos, ya que, entre otras ventajas, se han suprimido 11 pasos a nivel.
Tiene una longitud de 64,1 km (incluyendo los ramales de conexión), y sus principales infraestructuras son el túnel de Los Rojales, de 1.910 m, y viaductos que suman una longitud superior a 9,1 km, entre los que destacan el de Cambrils, de 746 m, y el del Francolí, de 3.485 m. Otras infraestructuras destacadas son las nuevas de estaciones de L’Hospitalet de l’Infant y Cambrils y los cambiadores de ancho de La Boella para la conexión en vía doble en ancho estándar con la Línea de Alta Velocidad Madrid-Barcelona-Frontera Francesa.
La variante Vandellòs-Tarragona del Corredor Mediterráneo está cofinanciada por ayudas a las Redes Transeuropeas del Transporte (RTE-T) y por el Mecanismo “Conectar Europa” (CEF).