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Hablando el idioma de la logística

  • Última actualización
    15 mayo 2023 10:36

Jaime Pinedo

Actualmente se hablan en el mundo 7.168 idiomas, según datos actualizados de Ethnologue, el centro de investigación para la inteligencia del lenguaje. Se trata de una cifra que cambia constantemente, porque cada día se conoce más sobre los idiomas que se hablan en el mundo. Y además, las lenguas están en constante proceso de cambio. Son vivas y dinámicas, utilizadas por comunidades cuyas vidas están moldeadas por un mundo que cambia rápidamente. Pero mientras aproximadamente el 40% de las lenguas están actualmente en riesgo de extinción, sólo 23 representan más de la mitad de la población mundial.

En esta torre de babel que es el mundo atendiendo al idioma, el chino mandarín es el más hablado si se cuentan solo los hablantes nativos. Pero si se tienen en cuenta tanto los hablantes nativos como los no nativos, entones el inglés es el principal. ¿Y el español? Nuestro idioma puede presumir de buena salud ya que es el segundo del mundo por número de hablantes nativos y el cuarto más hablado, tras el inglés, el chino mandarín y el hindi.

¿Y en el mundo del transporte y la logística? ¿Cuál es su idioma? ¿Cuáles son los requisitos idiomáticos más requeridos para los profesionales del sector? ¿Hasta qué punto es un factor diferencial o una ventaja competitiva contar con personal capaz de desenvolverse en más de un idioma?

$!Hablando el idioma de la logística

Dominio del inglés

Tener un cierto nivel de idiomas es, en la actualidad, un requisito incuestionable debido a que en estas tres últimas décadas el mundo está experimentando un rapidísimo proceso de cambio. Las transformaciones estructurales a las que estamos asistiendo afectan a variables tan diversas como la nueva geografía del comercio, las inversiones y la tecnología, el reparto del poder económico y político a escala global, el creciente papel del mercantilismo, la geoeconomía en las relaciones internacionales, etc.

El dominio de los idiomas y el inglés, por descontado, actúan como nexo intercultural, siendo esenciales en actividades como la importación y la exportación. Existen numerosos procesos que necesitan toda una serie de papeleos y formalidades por lo que resulta imprescindible contar con profesionales con dominio del idioma correspondiente o de servicios de interpretación eternos a la compañía.

Por lo general, las compañías del sector logístico exigen el manejo del al menos, dos idiomas al personal que contratan. El conocimiento de las culturas de otros países también permite el desarrollo de las actividades de forma más óptima, lo que permite a las empresas logísticas a nivel internacional cumplir con los trámites legales para su actividad y para desarrollar su política comercial en los mercados en los que operan.

La primacía del inglés sobre cualquier otro idioma, a excepción de la lengua propia del país, es la regla dominante en el sector, como corrobora Bergé, cuyo lema es precisamente “Moved by Logistics”. Los departamentos de tecnología, transformación, fletamentos, consignaciones, operaciones portuarias y transitario son donde más se necesita el dominio de este idioma “con nivel alto”.

Para ello, la compañía española ofrece formación para sus empleados a través de diferentes plataformas y en los procesos de selección de personal el nivel de dominio se comprueba a través de la titulación “y luego es muy importante la entrevista, porque valoramos más el manejo del idioma”.

Formación interna

Ser nativo en un idioma extranjero o bilingüe se valora de forma especial y los idiomas locales, caso del euskera, catalán o gallego, por ejemplo, sí se valoran, aunque ese conocimiento no imprescindible para trabajar, explican desde Bergé.

En el caso del Grupo Erhardt, que tiene oficinas propias operativas en mercados como China o Emiratos Árabes Unidos, el inglés está a la cabeza de los perfiles lingüísticos demandados, con el alemán y francés “a muy lejana distancia”, si bien en su caso concreto el conocimiento del chino y el árabe también muy valorados y “más difíciles de cubrir”. Por ello, en estos mercados la condición de nativo en los respectivos idiomas es una ventaja competitiva que se tiene muy en cuenta en los procesos de selección de personal.

El conocimiento, al menos del inglés, es exigido en la totalidad de los departamentos de la empresa, sin que existan diferencias en cuanto al idioma o nivel de dominio según se trate de marítimo, portuario, terrestre, aéreo o forwarding.

La compañía ofrece formación continuada en idiomas todo el año y accesible para la totalidad de la plantilla. De cara a los procesos de selección, el nivel de idiomas pasa una primera criba de CVs, en la que los certificados “son bien recibidos y ayudan, pero la realidad es que siempre valoramos y recurrimos mediante pruebas internas como las entrevistas personales”, aseguran desde el grupo Erhardt.

Oriente Medio y África, el idioma como reto y oportunidad

Formalidades burocráticas, cumplimiento tributario, incertidumbre política... Para las empresas que intentan penetrar en el mercado de la región EMEA (Europa, Medio Oriente y África), estos desafíos pueden parecer enormes. En comparación, la cuestión idiomática y cultural puede parecerles engañosamente simple, pero en una región tan amplia y variada como EMEA es un desafío que no debe subestimarse. Las empresas de transporte y logística que no están preparados para la gran escala y diversidad que supone el conjunto de los países de esta región se encontrarán en desventaja cuando intenten negociar acuerdos, encontrar capacidad y construir relaciones, por lo que es esencial desarrollar una estrategia efectiva.

Abarcando más de 100 países, EMEA es una enorme región que alberga a unos 2.000 millones de personas y más de 2.000 idiomas nativos. Algunos son más dominantes que otros y es importante saber quién habla qué y dónde. Por ejemplo, puede asociarse Europa con el inglés, cuando en realidad, menos de la mitad (38%) de la población europea habla inglés con fluidez.

El árabe es el idioma oficial de muchos países de Oriente Medio, pero no de todos. Y aunque el swahili es uno de los idiomas más hablados en África, el inglés, el francés y el portugués son idiomas importantes en algunas de las economías de más rápido crecimiento del continente.

Esto significa que las empresas del sector deberán adoptar un enfoque multilingüe para hacer negocios en EMEA o, de lo contrario, limitarse a una porción muy pequeña del mercado. Sin personal que hable el idioma o un buen traductor, será difícil asegurar nuevos negocios en la región.

Las barreras idiomáticas también pueden interrumpir el flujo de información a lo largo de la cadena de suministro, lo que puede dejar a las empresas en situaciones complicadas cuando surgen problemas. Producir documentos en el idioma del cliente, garantizar que la documentación aduanera sea precisa y compatible, y evitar frases que se perderán en la traducción son pasos esenciales que deben tomarse para que todo funcione sin problemas. De lo contrario, se producirán retrasos y malentendidos, lo que dejará a los clientes insatisfechos y poniendo en cuestión la capacidad de la empresa para responder a sus necesidades.

Hábleme en chino

El conocimiento del chino es un requisito cada vez más valorado en logística, toda vez que el país asiático se ha convertido en un hub logístico mundial y centro de las relaciones comerciales. El manejo de idiomas siempre ha sido esencial en el comercio internacional, destacando aquellos cuyo país de origen sea industrialmente más fuerte.

Desde hace un par de décadas, aprender chino es el nuevo “aprender inglés” como receta para el éxito en el comercio exterior y el chino mandarín es la llave para acceder tanto al inmenso y dinámico mercado de China, como a un porcentaje significativo de la actividad económica del sureste asiático, sin olvidar el creciente número de nuevos clientes chinos en el exterior repartidos entre turistas, estudiantes, empresas y comunidades de residentes chinos en todo el mundo.

Sin embargo, a pesar del papel de China en la economía mundial, muchos opinan que es harto improbable que el chino alcance la popularidad y difusión del inglés como “lingua franca” del comercio exterior y los negocios, bien porque para muchos aprender chino es una tarea dura que requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo, o por la falta de ocasiones para practicar con regularidad, a diferencia del inglés.

En la mayoría de los casos, todos estos factores dificultan tener fluidez y dominio del idioma. No obstante, para quienes asumen el reto, en un entorno de negocios como el de China, en el que existe una intensa competencia, en donde establecer “guanxi” (contactos e influencias), es imprescindible para el éxito en los negocios. Y donde las negociaciones y procedimientos pueden alargarse mucho, el conocimiento del idioma es una herramienta fundamental.

El valor de la traducción profesional

A medida que un mayor número de empresas compiten por conquistar los mercados globales, la gestión logística exige un mayor alto grado de coordinación internacional. No sólo se trata de mover mercancías y cumplir con las órdenes de pedidos. Bajo la presión de competir, las empresas y sus responsables deben mantenerse al día con los grandes flujos de información que genera su actividad.

La diversidad lingüística es, por tanto, un gran reto en el entorno internacional. A medida que las cadenas de suministro se globalizan, muchas empresas se están dando cuenta de la dificultad del éxito de dicho proceso. Cuando el flujo de comunicación se ve interrumpido o cancelado por las barreras idiomáticos, la amenaza de la pérdida de competitividad se hace más visible.

Las palabras contienen la voz y el propósito de un negocio, deben mantener su significado tras la traducción y tener sentido para el público objetivo. Sin embargo, las palabras pueden “perderse” por una mala traducción, a veces sin remedio. Por ello, una solución pasa por contratar personal bilingüe y líderes de equipo capaces de comunicarse directamente con los clientes o colaboradores que hablan otros idiomas.

Y, sobre todo, trabajar con un equipo profesional de traducción ofrece a las empresas unos recursos que a menudo no están disponibles en el seno de la propia empresa, especialmente teniendo en cuenta las largas distancias y las diversas zonas horarias, por lo que debe considerarse una asistencia 24 horas para circunstancias que incluso el equipo más experto en idiomas no puede resolver. Al elegir un equipo profesional de traducción, es necesario que posean las adecuadas certificaciones para los servicios notariales y los acuerdos que requieren una gran precisión y conocimiento jurídico.