La patronal señala en un comunicado que una de las modificaciones introducidas en el ROTT que más afectan a los arrendadores es la obligatoriedad de exigir una copia de la autorización de transportes al cliente que necesite una furgoneta de entre 2 y 3,5 toneladas de Masa Máxima Autorizada para transportar carga.Según el presidente de Feneval, José Luis Urrestarazu, la necesidad de alquilar este tipo de vehículos responde a puntas de trabajo que le surgen al transportista cuando su vehículo propio está inmovilizado por averías o accidentes. Las características de la carga cuando se trata de envíos urgentes o de perecederos requiere una solución inmediata que hasta ahora podía ofrecer el alquiler de vehículos industriales sin conductor, señala.La nueva normativa obliga en estos casos a solicitar una autorización de transportes para cada alquiler a las Comunidades Autónomas requisito que los arrendadores consideran absurdo e inoperante porque produce retrasos de varios días.