Empezó sin darse cuenta, en la empresa familiar, en Transportes Acha, durante los meses de verano, cogiendo el teléfono, acompañando a su padre Por eso, Gentzane Acha, creció y se formó en un ambiente puramente transportista. Oficialmente, su primera labor en Transportes Acha fue con 23 años, ocupándose de conducir el coche piloto necesario para los transportes especiales.Recuerdo en una ocasión a un jefe de Obra que, cuando le avisaron de que iría una mujer en el coche piloto y otra como chófer a recoger la mercancía, pensó que le estaban tomando el pelo. Cuando nos vio llegar se quedó de piedra y preparó todo en un santiamén, relata Gentzane.En la actualidad, además de continuar en Transportes Acha, es la responsable de Grúas TEC, empresa perteneciente al grupo empresarial.Uno de los factores que Gentzane destaca dentro de su profesión y en todos los puestos que ha desempeñado es el hecho de que este trabajo requiere aprender y prepararte de forma continua, nunca termina uno de estar completamente formado.El trabajo del día a día, siempre con periodos de ejecución muy cortos, es otro de los aspectos que considera favorables. Según afirma Acha, te acostumbras al ritmo del trabajo a corto plazo, y te acaba gustando.Lleva ya siete años en Transportes Acha y ha pasado del coche piloto a trabajar en oficina y llevar las gestiones comerciales con los clientes. Su labor actual en Grúas TEC supone asimismo un incentivo para Gentzane: Éste es un mercado diferente, cambia completamente la cartera de clientes y la forma de trabajar, por lo que los retos siguen creciendo.Con respecto a la forma de dirigir una empresa, la responsable de Grúas TEC tiene clara la relación de respeto existente entre jefe y trabajador y que todos los problemas que pudieran surgir forman parte del día a día y ahí se acaba todo.Como único aspecto negativo, aunque ya está perfectamente asumido, Acha subraya la obligación de tener que llevar el móvil las 24 horas del día, pues los problemas pueden surgir a cada momento.Quizá sea su familia (tiene 2 hijos, una niña de 2 años y medio y un niño de 8 meses) los que peor lo llevan. Con respecto al global del sector, hecha en falta algo más de humildad en el trato, todos somos quizás excesivamente impacientes.