Dos días y medio ha durado la huelga de los estibadores de Las Palmas. Ayer a las cuatro de la tarde anunciaron el acuerdo por el que se mantiene en vigencia el convenio firmado en diciembre y el compromiso de firmar el acuerdo definitivo en el plazo de 60 días. De no llegar a buen puerto, ambas partes se han comprometido a nombrar un árbitro que medie en el conflicto, elegido de mutuo acuerdo. Aunque las expectativas no eran optimista al comienzo de la reunión, finalmente se logró el consenso. Además, los trabajadores sancionados se reincorporarán al trabajo y se les abonará el sueldo desde el día 15, explicó Miguel Rodríguez, coordinador del comité de empresa de Sestiba.Crónica del desacuerdoLos dos primeros días de huelga en el Puerto de Las Palmas se iniciaron con paros intermitentes cada hora que afectó a las terminales de contenedores y de graneles del Puerto. No así a las de carga rodada, pesca y carga general. Desde la gerencia de Sestiba consideraron este hecho discriminatorio y además no se respetaron los servicios mínimos establecidos por la Autoridad Portuaria, afirmaba Daniel Báez, gerente de Sestiba. Aunque ambas partes aseguraban estar abiertos al diálogo y querer mantener por encima de todo el clima de estabilidad para negociar, lo cierto es que el conflicto parecía estar enquistado y las propuestas de uno y otro lado no convencían.El quid de la cuestión, en este caso de la falta de entendimiento, respondía al desacuerdo en el precio de las primas por movimiento de contenedores. Mientras que los estibadores exigían una revisión al alza, las empresas estibadoras proponían rebajarlas como consecuencia del incremento de los costes. Entre las propuestas barajadas para llegar al entendimiento, las empresas estibadoras propusieron el mantenimiento de las actuales primas al movimiento de contenedores a cambio de una recorte del 10 por ciento en el salario de los trabajadores, explicaba Miguel Rodríguez. Lo cual fue desestimado por los sindicatos.Revisión de las primasLas condiciones económicas de un convenio colectivo vencido desde el 31 de diciembre de 2006 son el principal escollo de las negociaciones entre sindicatos y empresas estibadoras. Varios acuerdos en este tema han mantenido una tensa calma que finalmente estalló. El último de estos acuerdos fue el pasado 14 de diciembre de 2007 donde se fijaron unas primas por contenedor movido que debían ser revisadas en el plazo de tres meses. Vencido el plazo en el mes de marzo, comenzaron las movilizaciones por parte de los trabajadores y una huelga no autorizada de baja productividad, explicaba Daniel Báez, que se saldó con la sanción a los capataces de mando que permitieron esta huelga de bajo rendimiento. Un total de 19 trabajadores que fueron inicialmente suspendidos 30 días de empleo y sueldo y cuya revocación de la sanción también se convirtió en una condición para negociar.SancionesEn este punto, la dirección de Sestiba mantenía que las sanciones a los trabajadores cumplían con lo que estipula el reglamento del régimen sancionador, y que estaban dispuestos a revisar las sanciones por el bien de la estabilidad, una vez se hubieran cerrado los acuerdos en las negociaciones del convenio. Finalmente las cosas han dado un giro de tuerca y la situación se mantiene, eso sí, trabajando y sin amenaza de huelga a la vista, a la espera de que en el plazo d 60 días se llegue a un acuerdo definitivo que devuelva la tranquilidad a las terminales de Las Palmas.Los empresarios reclaman acuerdosEl nerviosismo del sector empresarial ha sido notable hasta el punto de instar a llegar un acuerdo por el bien del sector. En este sentido, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña, exigió el fin del conflicto laboral permanente que vive el Puerto de Las Palmas, y advirtió que en caso de no resolverse pronto, los operadores de transporte van a acabar cansados [de la situación] y marchándose a otros puertos.Llevamos algunos años con una permanente situación de agobio en el Puerto y entendemos que la imagen que proyectamos no es la más apropiada. Esta situación nos puede pasar una factura, como de hecho puede estar pasándonos ya, pues no olvidemos que lo que los operadores de transbordo quieren es estabilidad\", aseguró Grisaleña.El presidente de los empresarios recordó la situación del Puerto de Algeciras que por un conflicto laboral está perdiendo barcos, que se desvían a Tánger, donde los costes son más baratos.