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“Al que le gusta esto, ni mucho menos se le hace difícil frenar la inercia que este trabajo genera”

Nombre y apellidos:Sergio Obeso Quintana.Edad: 36 años.Estado Civil: Casado.Cargo actual:Director de Nefarinter en Bilbao.Tiempo en el sector:14 años.Otras empresas en las que ha trabajado: Nenúfar Shipping, Ecosa (Europea de Consignaciones), Transporte XXI, Tiba Int\'l., Transnatur y Nefarinter.

  • Última actualización
    10 abril 2008 00:00

¿Prefiere preguntar o que le pregunten?Depende del momento o la situación pero considero importantes ambas.Estudió periodismo y ejerció la profesión, ¿pudo entonces más su vocación logística?Debido a la situación entonces del mercado y la poca demanda de trabajo en el mundo del periodismo y la publicidad, sin darme casi ni cuenta me fui adentrando en el amplio campo del transporte y la logística, siendo tan apasionante la aventura que no he podido dejar de hacer otra cosa, y además de forma continua y constante, siempre con las mismas ganas e ilusión.Usted que ha estado a ambos lados de la “trinchera”, ¿cree que el sector vasco de la logística peca de cierto hermetismo a la hora de comunicar?Yo no hablaría tanto de “hermetismo” aunque sí es cierto que el sector no siempre se gestiona de la mejor manera posible por culpa de las mismas causas de siempre. Y es que, muy frecuentemente, se desaprovechan todos los recursos de los que disponemos en nuestro valiosísimo territorio por su situación e infraestructura.Y la prensa, ¿de qué adolece?Bueno, sinceramente yo no creo que adolezca de demasiadas cosas. De hecho, cumple una función muy necesaria y, afortunadamente, creo que en nuestro sector hay prensa muy buena, que ofrece un alto nivel de contenidos informativos que hacen que su lectura sea ciertamente agradable. ¿Qué valor atribuye a la información sectorial en su trabajo diario?Desgraciadamente, unos valores muy escasos o casi imperceptibles ya que en este sector, debido a los motivos que anteriormente he comentado y que tienen relación con la mala gestión de los políticos y la administración, cada uno se “busca la vida con lo suyo”, siendo incapaces de buscar colaboraciones o de realizar otros interesantes proyectos que, lamentablemente, la situación actual no nos permite.En cualquier caso, poco más de dos meses después de abrir oficina en Bilbao, ¿cómo le van las cosas?Siempre he sido optimista y ambicioso pero yo mismo me he quedado sorprendido del buen comienzo y de las perspectivas más que positivas que se abren, por lo que ahora espero mantener dicha continuidad y evolución para poder consolidarnos en Bilbao en muy poco tiempo.Su trabajo le exige estar en constante movimiento. Cuando acaba el horario laboral, ¿consigue frenar la inercia?Por lo general, creo que hay que ser muy constante y dinámico pero además prestando una especial atención a todo y en todo momento, analizando y estudiando siempre la trazabilidad mas óptima de acuerdo a las instrucciones recibidas o las necesidades del cliente y ante cualquier embarque o proyecto que se nos presente en nuestro trabajo diario. No obstante, al que le gusta esto ni mucho menos se le hace complicado poder separar y como mencionas “frenar esa inercia” una vez terminada nuestra jornada laboral.¿Deportes colectivos o individuales? ¿Cuáles práctica y prefiere?Por falta de tiempo no practico demasiados deportes pero me gustan mucho tanto los colectivos como individuales: la gimnasia deportiva, fútbol, racket-ball, ski, trial…¿Son su mejor manera de descargar adrenalina?Desde luego. Uno desconecta de la rutina y descarga toda la adrenalina…Un lugar ideal para esquiar.Aspen, Colorado o Dolomitas.Un viaje soñado en moto.De San Francisco a la Baja California.En su trabajo, ¿ prefiere ir a velocidad de crucero o cambiar de marcha? Prefiero ir “piano piano” y sin querer correr pero intentando crecer haciendo bien las cosas.Por último, desde su actual punto de partida ¿ tiene claro su punto de destino?Por supuesto. Siempre que uno se propone un reto tienen que estar convencido del ello y de sí mismo, además de aportar todas las ganas y entusiasmo.